Españoles tuvieron una redonda jornada inaugural en Shanghai

Mejor le fue imposible al tenis español en la jornada inaugural del Masters de Shanghai, donde Rafael Nadal (2º) y el debutante David Ferrer (6º) lograron imponerse en sus dos primeros encuentros del Grupo Dorado al francés Richard Gasquet (8º) y al serbio, número tres del mundo y finalista en el US Open, Novak Djokovic (3º), respectivamente.

Nadal, que llegó a semifinales el año pasado, venció a Gasquet, por 3-6, 6-3 y 6-4, mientras que Ferrer, en un duelo de novatos en el torneo que cierra la temporada, derrotó a Djokovic por 6-4 y 6-4. Así el tenista de Jávea es ahora líder de la serie, al haber ganado en sólo dos sets.

El galo fue la primera víctima de un Nadal que quiere finalizar a golpe de victorias una temporada primorosa para comenzar la caza del puesto que ocupa el suizo Roger Federer (1º) cuanto antes. Necesitó el de Manacor dos horas y cinco minutos para lograr el cuarto triunfo sobre el francés en cinco encuentros.

Pero fue un trabajo elaborado, de menos a más, aunque preciso en

su finalización, que colocó al ibérico con la confianza necesaria para encarar el resto de sus encuentros en esta primera fase. "Un triunfo aquí siempre es positivo", dijo.

El partido comenzó frío porque el Estadio Qi Zhong, con capacidad para unos 15.000 espectadores, apareció casi vacío, y con un Gasquet más entonado y con mayor energía inicial.

Nadal tardaba en dar de sí lo mejor de su tenis, y aunque dispuso de un punto de quiebre en el quinto juego, cedió el suyo en el octavo. La primera manga fue para su rival en 37 minutos.

El hispano luchaba por encontrar su ritmo, inspiración y el punto que diera la vuelta a un duelo que dominaba Gasquet. El francés, agazapado en el fondo de la pista, lanzaba zarpazos con su revés y acosaba en la red con la volea, y no fallaba. Todo hasta que en el cuarto game del segundo parcial lo hizo de forma estrepitosa al estrellar un remate en la red cuando se encontraba a un metro de ella, tras una excepcional jugada entre ambos.

Fue el punto que cambió el signo del duelo, porque después Nadal lograba el rompimiento que había buscado tanto (3-1). Poco importó al mallorquín perder luego su juego a continuación, porque rompió de nuevo en el sexto (4-2) para igualar el partido.

A esas alturas, el servicio de Nadal ya se había calentado lo suficiente, y con una gran mejoría mantuvo a Gasquet exiliado en el fondo, dominando el tricampeón de Roland Garros como a él le gusta. El fruto llegó pronto, en el quinto juego. Luego, el festival del español se prolongó hasta el final.

Ferrer, la sorpresa

Para Ferrer, su victoria ante Djokovic tiene un sabor especial. El serbio ha estado a punto de arrebatar el puesto de número dos del mundo a Nadal después de culminar un año con victorias en cinco torneos: Adelaida, Masters Series de Miami y Canadá, Estoril, y Viena, además de otras dos finales más, entre ellas de Flushing Meadows contra Federer.

El duelo tenía un sabor de venganza pues era el tercero este año tras la victoria del hispano en Montecarlo, sobre tierra, y las derrotas en Indian Wells y el US Open, en pista dura, una superficie que va más con el juego del tres del orbe, pero en la que Ferrer se mueve cada vez mejor, y la prueba, el título logrado en Tokio esta temporada.

Djokovic intentó la guerra desde el fondo y chocó con un muro. Ferrer rompió de entrada y lideró la primera manga hasta que tuvo

5-3 y dos bolas de set con servicio de su rival. El serbio las salvó pero a continuación, el ibérico remató el set con su servicio.

En el segundo set, el número tres del mundo intentó variar la decoración. Atrapar a su adversario en la red fue su táctica y para ello utilizó magníficas dejadas, pero las piernas del español son lo suficientemente fuertes como para llegar rápido, incluso a estas alturas de la temporada. Una ruptura en el décimo juego dio el triunfo a Ferrer, el quinto esta temporada sobre un jugador situado entre los ocho primeros. (EFE)