Selección brasileña se fue de fiesta tras empatar con Bolivia
Tras la igualdad sin goles los jugadores se fueron a una casa de campo en el barrio Jacarepaguá.
Según la prensa local, Ronaldinho fue el que llevó la batuta en la celebración.
El empate sin goles conseguido por la selección brasileña de fútbol ante Bolivia, por la octava fecha de las clasificatorias sudamericanas, al parecer no dejó tristes a los jugadores del elenco pentacampeón del mundo, ya que una vez terminado el partido realizaron una fiesta hasta altas horas de la madrugada para terminar con los días de concentración.
Según reveló este martes la agencia Estado, la fiesta se realizó en una casa de campo en el barrio Jacarepaguá, en medio de un rígido esquema de seguridad, que prohibía el ingreso en el lugar de personas con bolsos y teléfonos celulares.
El astro Ronaldinho, de AC Milan, fue el último en abandonar el lugar: se fue el jueves, "casi a la hora del almuerzo".
Mientras permaneció allí, fue uno de los más alegres, y comandó el grupo que pasó la noche entonando canciones de samba, bailó y "usó su encanto para impresionar a las muchachas más bellas que circulaban por el lugar".
La alegría de los festejos generó indignación entre los vecinos de la casa.
"Yo gasté 250 reales (160 dólares, cerca de 87 mil pesos) en entradas para ver con mi familia el pésimo partido de la selección contra Bolivia, y ellos hacen fiesta con asado, bebidas, todas esas cosas. Estoy indignado", dijo el gerente de un restaurante vecino al lugar de la celebración.
El empate sin tantos con el frágil equipo de Bolivia, colista absoluto de las clasificatorias sudamericanas, fue fuertemente criticado por los hinchas y la prensa que presenció el partido en el estadio Engenhao, e hizo aumentar la presión por la destitución del técnico Carlos Dunga.
Ronaldinho, quien tuvo una actuación apagada en el partido, luego de la fiesta viajó a Italia para jugar con su equipo AC Milan, pero poco y nada pudo hacer para evitar la derrota de 2-0 sufrida ante Genova.