La cumbre del atún rojo llega a la recta final sin alcanzar un consenso

Las negociaciones del atún nunca habían sido tan tensas. Reunidos desde el pasado lunes 17 de noviembre los delegados de 46 países discuten acaloradamente, en la reunión anual de la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico  sobre las pesca de esta especie que está en peligro de extinción, sólo queda el 10 por ciento de ella.

Y quedan sólo horas para decidir si se impone definitivamente una veda sobre su pesca o si, por el contrario, se continúa pescando hasta su colapso (no sería la primera vez, pues ha ocurrido ya con otras poblaciones del atún rojo y otras especies, como el bacalao).

Japón, el mayor consumidor de esta especie, y el principal comercializador, se ha mostrado por primera vez firme en su decisión de apoyar la gestión sostenible del atún rojo del Atlántico.

Pescadores descargan atunes capturados en el mar Adriático para enviarlos a Japón.

El país asiático ya había anunciado, antes del inicio del encuentro del Comité Internacional para la Conservación del Atún del Atlántico (ICCAT, por su sigla en inglés) reunido en estos momentos en Marrakech, que contribuiría en todo lo posible a salvar de la extinción comercial a este túnido.

División europea

Por su parte, la Comisión Europea, la delegación de mayor peso en esta reunión, no ha sabido hallar un consenso entre sus países miembros y ha optado por la vía más conservadora.

Poco antes del encuentro, España, principal potencia pesquera del atún y país con mayor cuota de captura, lideró la propuesta -seguida por Italia- de imponer una moratoria y crear una reserva en Baleares.

Francia, que ha mantenido siempre los argumentos más férreos en favor de mantener el status quo, parece estar dominando el espíritu europeo del ICCAT, si bien casi la mitad de los armadores franceses, en sus votaciones internas, han mostrado una preferencia por la moratoria, pues ésta (dejando los barcos en puerto) se ha convertido en una forma segura de poder recibir subvenciones.

Recomendaciones científicas

La Comisión Europea puede estar dispuesta a bajar el Total de Admisión de Capturas (TAC) del atún rojo a 15.000 toneladas anuales para todo el mundo, tal y como recomiendan los científicos. Actualmente las capturas permitidas son de 30.000 toneladas al año, a las que se suman otras 30.000 toneladas ilegales.

Pero para la propuesta más importante, que es ampliar el periodo de veda de mayo a julio -meses en los que el atún se reproduce- en el Mediterráneo, que sería la única forma de evitar que los barcos piratas hagan capturas ilícitas, la delegación europea no parece que vaya a dar su brazo a torcer.

La veda podría ampliarse para el Mediterráneo occidental (la parte española), que es, precisamente, la zona más controlada. Los expertos exigen también una veda en la parte central y oriental del Mare Nostrum, donde tiene lugar gran parte de la pesca pirata.