Científicos españoles desarrollaron aguja que mide muerte celular de hígados para transplantes
Dispositivo monitorea estado del órgano desde su extracción hasta momento de inserción.
Invento busca entregar datos objetivos sobre viabilidad de las intervenciones quirúrgicas.
José Fernández, del centro tecnológico Ikerlan, y Rosa Villa, del Centro Nacional de Microelectrónica del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), afirmaron que esta aguja no pretende cambiar los protocolos existentes en relación a los trasplantes de órganos, sino que se busca "tener un dato objetivo para que el equipo médico se sienta más seguro de que el hígado llega en condiciones óptimas".
El dispositivo, ya patentado, consiste en un sistema que monitoriza el estado del órgano desde su extracción y su transporte hasta el momento del trasplante al paciente, y no produce lesión en los tejidos, según sus creadores.
Desde el momento en que los médicos extraen el hígado a un donante hasta que éste puede ser trasplantado al paciente, pueden pasar un máximo de ocho horas. En ese período, aunque el órgano esté protegido con los líquidos y la temperatura adecuada, la falta de oxígeno o de riego sanguíneo provoca un empeoramiento de las células del tejido, que puede provocar la ruptura celular y finalmente la muerte celular.
Esta pérdida o progresión de lesiones es la que mide precisamente la aguja, a través de microelectrodos, calculando la impedancia del tejido del hígado, una magnitud que mide la resistencia del tejido al paso de la corriente.
Esta aguja, que mide 16 milímetros de largo y 0,7 milímetros de ancho y está hecha de un polímero o de carburo de silicio, tiene además un sensor que mide la temperatura del órgano.