Erosión de los suelos nacionales llega al 60 por ciento del territorio
Estudio de Ciren cifró en esa condición más de 47 millones de hectáreas.
Los objetivos de exportación de alimentos están en entredicho, se remarcó.
El alto porcentaje de suelos erosionados que se constata en el territorio nacional, según un balance preliminar de un estudio del Centro de Información de Recursos Naturales (Ciren), puede erigirse como un riesgo para el plan de transformar a Chile en potencia agroalimentaria y forestal.
Los resultados preliminares de un estudio de Ciren dan cuenta de que "la pérdida de suelos agrícola ya afecta a todas las regiones del país".
"Mientras que en 1979 la superficie total erosionada abarcaba a 34.490.753 hectáreas del territorio continental chileno (45,7 por ciento), a la fecha la erosión alcanza al menos a 47.300.000 hectáreas (60 por ciento)", explicó el centro.
"El mapa de la erosión en Chile muestra que la mayor pérdida de suelos se concentra en las zonas áridas y semiáridas, entre las regiones de Arica y Parinacota y del Biobío y en las zonas subhúmedas y secas de las regiones de Aysén y Magallanes", detalló el director de Ciren, Rodrigo Alvarez.
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| Ciren estima que el deterioro de los suelos afecta directamente a 1,5 millones de chilenos. |
"Recientemente, nuestro país se ubicó en el tercer exportador mundial de paltas, luego de México y Estados Unidos. Hay más de 40 mil hectáreas de esta especie, que se expanden a un ritmo de 10 por ciento anual, lo que sucede sin controles adecuados ni ordenamiento territorial. Es común ver el cultivo en laderas de cerros, lo que, sumado a varias prácticas insustentables, propicia la erosión de suelos aguas abajo", explicó Alvarez.
El profesional enfatizó que "para que nuestro país se convierta en potencia agroalimentaria y forestal, requiere llevar agua a más de medio millón de nuevas hectáreas de cultivo, por lo tanto, esta es una mala noticia".
El estudio definitivo, que se presentará en 2010, presentará una cartografía de unidades homogéneas de suelo a escala 1:50.000 y 1:10.000, para las variables de suelo más relevantes; y además contempla una cartografía de erosión de suelos y de fragilidad a escala 1:50.000.
