Manuel Zelaya sigue en la frontera y espera a más seguidores
El destituido presidente hondureño aseguró que sus familiares son retenidos por militares.
Pidió a Washington más intervención contra los golpistas que "Dios condena".
El destituido presidente de Honduras, Manuel Zelaya, aseguró que su familia está retenida en un puesto de control, para que no se acerque a la frontera con Nicaragua y se una a él.
Además de denunciar el cerco militar que bloquea a sus cercanos, el político sentenció que "irá hasta las últimas consecuencias" para derrotar al gobierno de facto instalado tras el golpe de Estado que lo sacó del poder el pasado 28 de junio.
"No tiene nombre lo que hicieron, Dios los condena, el mundo los ha condenado, el pueblo hondureño no los afecta, tienen que irse para su casa, tienen que irse a pagar las penas de los golpes que le han dado al pueblo", exclamó ante partidarios en Las Manos, la zona fronteriza donde instaló un campamento.
Zelaya sostuvo además que "Estados Unidos tiene que apretar más a los golpistas para demostrar su rechazo al golpe", y que si Washington quiere hablar con él, entonces que mande un delegado a Las Manos.
El presidente hondureño indicó que permanecerá en Las Manos durante dos o tres días esperando a sus seguidores, que tratan de romper el cerco impuesto por militares y policías, para intentar su regreso al país.
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| La zona donde se ubica Zelaya. |