Zelaya denunció que está "en peligro" y que embajada brasileña está "rodeada"
Depuesto mandatario hondureño acusó ataques contra la legación.
"La sangre está corriendo desde el día del golpe", lamentó.
El depuesto presidente de Honduras, Manuel Zelaya, denunció que está "en peligro" y que la embajada de Brasil en Tegucigalpa, donde está refugiado, se encuentra "rodeada" y "prácticamente militarizada", en declaraciones a la emisora colombiana Caracol Radio.
"Sabemos que estamos en peligro, han rodeado la embajada (...) se han tirado bombas lacrimógenas encima de la embajada, han sacado gente a tiros", comentó.
"Prevengo actos de mayor agresión y violencia y prevengo que puedan ser capaces hasta de invadir la embajada de Brasil directamente con los cuerpos represivos, como lo están haciendo con las bombas, con las balas de goma", sentenció.
Decenas de seguidores de Zelaya que estaban apostados frente a la legación brasileña fueron desalojados esta mañana por policías y militares con gases, balas de goma y agua.
La capital hondureña vive un ambiente tenso desde que el lunes llegó por sorpresa el derrocado gobernante, 86 días después del golpe de Estado.
"Estamos en una lucha por que se restituya la democracia, la paz. Pedimos la colaboración a la comunidad internacional", insistió Zelaya en su diálogo con la radio.
"La sangre está corriendo" en Honduras "desde el día del golpe de Estado", pero "esta batalla sabemos que tenemos que ganarla de cualquier manera", concluyó.
Lula justificó asilo
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, justificó el asilo que otorgó la embajada de su país en Tegucigalpa, afirmando que ya no se pueden aceptar más golpes en la región.
"Estados Unidos y Brasil rechazaron lo que pasó en Honduras. No podemos aceptar más golpes militares, no podemos aceptar que una persona democráticamente elegida sea expulsada y otra sea puesta en su lugar. Es importante que Estados Unidos y Brasil compartan esa posición, porque refuerza la democracia en nuestro continente", dijo el mandatario desde Nueva York, donde participa en la Asamblea de Naciones Unidas.