Firma mexicana espera "pago justo" por expropiación de acciones en Bolivia
El Grupo Chihuahua espera además saber los motivos del embargo.
El gobierno de Evo Morales realizará un estudio de conciliación por el caso.
El grupo mexicano Chihuahua espera del gobierno de Bolivia un pago "justo" por la expropiación de sus acciones en una fábrica de cemento situada en la región boliviana de Chuquisaca.
La of
icina del Grupo Cementos de Chihuahua (GCC) en La Paz ratificó en un comunicado que la próxima semana arribará al país su director general, Manuel Milán, y otros ejecutivos de la firma, para conocer "directamente de las autoridades bolivianas" los motivos por los cuales se tomó "tan sorpresiva e inesperada decisión".
La compañía quiere conocer cómo se llevarán adelante las negociaciones previstas en el decreto de expropiación de las acciones que tenía junto a su socia, la Sociedad Boliviana de Cemento (Soboce), en la empresa Fancesa.
La expectativa del grupo mexicano respecto a ese proceso "supone que el mismo establezca una evaluación y valoración justa de las acciones de Soboce en Fancesa y una negociación y pago oportuno, también justo y satisfactorio para las dos partes, en el marco de la ley", dice el comunicado.
En Soboce, principal productora de cemento del país, tiene el 51 por ciento del capital un grupo de inversores bolivianos encabezados por el político opositor Samuel Doria Medina y 47 por ciento el GCC.
El gobierno de Evo Morales expropió las acciones de Soboce en Fancesa, equivalentes al 33 por ciento del capital, en beneficio de la gobernación de Chuquisaca con el argumento de que la compra de ese paquete accionarial en 1999 fue irregular.
El vicepresidente Alvaro García Linera anunció esta semana que el Ejecutivo hará un estudio para "conciliar" lo que han ganado y pagado los expropiados y no descartó reclamar una compensación.
"Hay que conciliar cuentas y ver qué vamos a hacer luego para reponer, devolver algo de dinero, o más bien pedir que nos den más dinero a nosotros", dijo García.