Nepalí de 67 centímetros se convirtió en el hombre vivo más bajo del mundo
Khagendra Thapa Magar mide tres centímetros menos que su antecesor, el colombiano Edward Niño Hernández.
Al nacer pesó 600 gramos y cabía en la palma de una mano.
El nepalí Khagendra Thapa Magar, de 67,08 centímetros de altura, se convirtió este jueves, al cumplir 18 años, en el hombre vivo más bajo del mundo, ratificado por el Libro Guinness de los récords, desbancando al colombiano Edward Niño Hernández, de 70 centímetros, consagrado como tal el pasado mes de septiembre.
Khagendra, que pesa seis kilos y medio, celebró hoy su cumpleaños en una ceremonia en la localidad de Pokhara, que contó con presencia de numerosos medios y fotógrafos.
"En los últimos días, Khagendra ha estado diciendo que ya es un hombre. Estoy muy feliz con el reconocimiento", declaró su padre, Rup Bahadur.
Para hacerse acreedor del reconocimiento, el nepalí tuvo que someterse durante dos días a una serie de pruebas médicas tomadas por el enviado del Libro Guinness Mauro Frigatti.
Khagendra es tres centímetros más bajo que su antecesor, el colombiano Edward Niño Hernández, quien se alzó con el récord tras la muerte del chino He Ping Ping, víctima en el mes de marzo de un ataque al corazón.
Historia de vida
Khagendra -que al nacer pesó 600 gramos y cabía en la palma de una mano- empezó a caminar a los ocho años y dejó de crecer a los once. Todavía hoy, cuando habla, sus palabras son sólo comprensibles para los miembros de su familia.
Fue descubierto hace cinco años por un empresario de nombre Min Bahadur Rana, y desde entonces ha sido centro de atención en ferias y eventos por todo el país, donde no faltan hombres dispuestos a pagarle por exhibirle.
El empresario solicitó el reconocimiento del Guinness hace ya algún tiempo, pero los responsables de la publicación condicionaron la concesión del récord a que Khagendra fuera mayor de edad.
Según su madre, el nuevo plusmarquista lleva dos años repitiendo que quiere casarse, síntoma inequívoco de que ha llegado a la madurez.
"Si le presentamos a niñas pequeñas y le preguntamos que si le gustan, nos dice que no. Pero si le enseñamos a mujeres jóvenes dice que quiere casarse con una de ellas", explicó Dan Maya.