Neozelandeses están tan gordos que ya no caben en sus ataúdes
Uno de cada cuatro habitantes del país padece obesidad.
Las funerarias están teniendo que hacer los féretros "más grandes para que quepa la gente".
La población de Nueva Zelanda está engordando tanto que su peso se ha convertido en un problema para las funerarias, pues los ataúdes más amplios ya no caben en los nichos de los crematorios.
Eso obliga a muchas familias a gastar más dinero en comprar o alquilar dos espacios juntos, cada uno de 1,2 metros de ancho y que por separado cuestan unos 1.865 dólares (equivalentes a 881 mil pesos chilenos).
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| La anchura promedio de los ataúdes debió ampliarse de 48 a 58 centímetros. |
En tanto, la anchura media del féretro ha sido ampliada de 48 a 58 centímetros: "Los ataúdes se están haciendo más grandes para que quepa la gente, esperamos así resolver el problema por ahora", dijo el presidente de la Asociación de Directores de Funerarias de Nueva Zelanda, Tony Garing, a la agencia NZPA.
Fuentes del sector admiten que la obesidad de algunos cuerpos impide la cremación, porque los cadáveres no caben en los nichos. Por si esto no fuera suficiente, los féretros de gran tamaño tienen que ser enterrados en los extremos de las filas dentro del cementerio, para que no derriben a otras tumbas.
Uno de cada cuatro neozelandeses padece obesidad, según datos del Ministerio de Sanidad del país.