Familias de rehenes de las FARC esperan que el 2011 sea "el año de la libertad"
Marleny Orjuela resaltó la "apertura" del gobierno de Santos para concretar cinco liberaciones.
Anuncio de la guerrilla es un acto de "desagravio" a la ex senadora Piedad Córdoba.
Los familiares de policías y militares secuestrados por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) confiaron en que, tras la liberación de cinco rehenes prevista para la próxima semana, 2011 sea el año de "la vida, la libertad y el diálogo".
E
n una entrevista con EFE, la directora de la Asociación Colombiana de Familiares de Miembros de la Fuerza Pública Retenidos y Liberados por Grupos Guerrilleros (Asfamipaz), Marleny Orjuela, resaltó la "apertura" que tuvo el gobierno de Juan Manuel Santos para concretar las liberaciones, de manera que se dieran lo más rápido posible.
En diciembre pasado las FARC anunciaron que liberarían sin condiciones a cinco rehenes -dos militares, un policía y dos políticos- "en desagravio" a la ex senadora Piedad Córdoba, destituida de su cargo por supuestos vínculos con esa guerrilla.
"No les han traído ningún rédito"Esas liberaciones se van a concretar la semana próxima en tres ciudades del país (Villavicencio, Florencia e Ibagué), según lo acordado por los integrantes de la misión humanitaria que recibirá a los secuestrados.
"Ellos (los guerrilleros) tienen que darse cuenta de que 13, 14 años con nuestros seres queridos no les han traído ningún rédito político, ni humanitario, ni de ninguna clase", aseveró Orjuela.
En ese sentido, subrayó que sería importante, además, una apertura en el diálogo entre la guerrilla y el Ejecutivo para conseguir que 2011 sea el año de "la vida y la libertad".
Piedad Córdoba anunció que el próximo 7 de febrero viajará a la localidad fronteriza brasileña de Sao Gabriel da Cachoeira para recoger los helicópteros que irán a buscar a los cinco secuestrados.
Según datos de Asfamipaz, tras la liberación de los cinco rehenes todavía quedarían 16 policías y militares en manos de las FARC, a quienes la guerrilla pretende intercambiar por insurgentes presos en cárceles de Colombia y Estados Unidos.