Fanatismo por The Human League traspasó Santiago

No sólo público de Santiago, sino también de ciudades como Valparaíso, Rancagua y Concepción, entre otras, se dio cita la noche del viernes en el Teatro Caupolicán en el regreso de The Human League a Chile.

Tras su visita de 2004, llegaron con sus clásicos de siempre y su disco "Credo" bajo el brazo, en una velada en la que la frase "suenan igual" fue el resumen de la puesta en escena del conjunto británico.

En unos 90 minutos, el cantante Philip Oakey, secundado por las sensuales voces de Joanne Catherall y Susan Ann Sulley, revivieron la nostalgia ochentera con un sonido de notable calidad, acompañado de imágenes exhibidas en una pantalla gigante.

Casi sin pausas, salvo cortos saludos al público chileno, fueron desplegando sus temas, en medio de las expresiones de júbilo de los asistentes.

Fueron pasando temas como "Open your heart, "(Keep feeling) Fascination", "Tell me when", "All I ever wanted", además del esperado "Don't you want me", en un show donde los cambios de vestuario marcaron un particular momento de gloria.

Primero, fue Oakey enfundado en un sobretodo negro y cubriéndose hasta la cabeza, y más tarde sus compañeras luciendo un antifaz, en un concierto que dejó totamente satisfechos a los fans que llegaron a disfrutar de la parada chilena de la gira por Latinoamérica.