Unicef: Uno de cada cuatro niños chilenos que viven en campamentos debe trabajar
Se trata de menores de 15 años que no asisten a la escuela y trabajan en la noche.
El 68,9 por ciento afirma que le gusta vivir en los campamentos.
Un 28 por ciento de los niños y adolescentes chilenos que viven en campamentos debe trabajar, lo que supone cerca de 16.800 menores de los 60.000 que se encuentran en esa situación, señala un estudio presentado por Unicef y la organización Un Techo para Chile.
Según las últimas cifras oficiales disponibles, que datan de 2008, a nivel nacional trabajan unos 196.000 menores, de los cuales 107.000 lo hacen en condiciones inaceptables.
Esto supone, según los parámetros de la Unicef, que son menores de 15 años, no asisten a la escuela, trabajan en la calle, de noche o por más tiempo que la jornada legalmente establecida para todos los trabajadores.
Con estas cifras a la mano, se infiere que un 8,5 por ciento del total de menores que trabajan reside en campamentos, con viviendas muy precarias, carentes de canalización de agua potable, con calles sin asfaltar y con nula infraestructura urbana.
Según el estudio, esos menores dicen que han trabajado para ayudar a sus familias como empaquetadores de supermercados, en el comercio ambulante, lavando vehículos o recolectando cartones.
La mayoría de ellos ingresó al mundo laboral entre los 13 y los 15 años, precisa el informe "Vivir en Campamentos: La Voz de los Niños", que fue realizado por Un Techo para Chile y la Universidad Católica.
La investigación se llevó a cabo en los años 2009 y 2010 en 50 campamentos que se encuentran en las regiones de Antofagasta, Biobío y Metropolitana de Santiago, que concentran el 56 por ciento de los campamentos del país.
Vida en los campamentos
En total, se estima que en Chile existen unos 700 campamentos que albergan a 30.000 familias, y que en ellos viven 60.000 menores.
En términos generales, el 68,9 por ciento afirma que le gusta vivir en ellos, pero el 76,9 por ciento dice que preferiría vivir en otro lugar.
Además, el 61,8 por ciento de los niños y adolescentes encuestados tiene también otros familiares en campamentos.
Según el informe, lo que más les gusta de vivir en el campamento es que tienen amigos, conocen a sus vecinos y tienen mucho espacio para jugar, mientras que lo que menos les gusta es el barro, el frío y la humedad en el invierno, la basura en las calles, la venta de drogas y las peleas callejeras.
Escolaridad en los campamentos
En cuanto a la educación, el informe indica que el 88,8 por ciento de ellos estudia, pero un 44,2 por ciento dice que ha repetido algún curso, frente a las bajas cifras a nivel nacional, que se sitúan en el 4,5 por ciento en el caso de la enseñanza básica y en el 8,1 por ciento en la media.
En tanto, a nivel nacional, la deserción escolar es del 0,93 por ciento en enseñanza básica y del 6,8 por ciento en enseñanza básica, mientras que entre los niños y adolescentes que viven en campamentos esas cifras llegan al 13,3 por ciento.
Un 23,2 por ciento de los que abandonaron los estudios llegó hasta el curso de octavo básico (doce a catorce años) y señalaron que las principales razones de la deserción fueron las "dificultades económicas" y la "maternidad o paternidad".
Sobre los resultados de la encuesta, el capellán de Un Techo para Chile, Cristián del Campo, instó a las autoridades a atender "la voz de los niños y hagamos que los barrios que construimos sean efectivamente barrios con espacios públicos mejores".