Español planteó que los nazis viajaron a la Luna desde Colonia Dignidad

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Autor: Cooperativa.cl

El escritor Felipe Botaya presentó libro sobre tecnología secreta nazi en Sudamérica.

Habla de platillos voladores y misiones especiales desarrolladas en la región.

Sudamérica se convirtió, en la II Guerra Mundial, en un campo de experimentación tecnológica de los nazis, con colonias en Argentina, Chile o Brasil. Con esa base, el autor español Felipe Botaya presentó su libro "Kolonie Waldner 555", en el que expone el papel de esos asentamientos alemanes en la región.

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Tales tecnologías incluían motores capaces de vencer la gravedad aplicados a naves de forma circular, fuentes de energía desconocidas por los aliados con la meta de viajar a la Luna e investigaciones nucleares que apuntaban a un inminente desarrollo de una bomba atómica que el fin de la guerra, en 1945, frustró.

Según Botaya, los laboratorios que las SS tenían en la frontera de Brasil con Argentina y Paraguay, en la Patagonia argentina o en los Andes chilenos formaron parte de un plan maestro cuyo epicentro estaba en una mina cercana a la aldea de Ludwigsdorf, junto a la frontera checa, entre los Sudetes y la Baja Silesia.

"Utilizaron una física exótica que no tiene nada que ver con la que llamaban la física judía, de Albert Einstein y Robert Oppenheimer. Hicieron descubrimientos muy innovadores para aquel momento y que incluso lo serían en la época actual, como la 'campana', Die Glocke", explicó Botaya, aludiendo a un vehículo aéreo que lograría velocidades sin parangón.

Este invento y la supervivencia de bases nazis explicaría fenómenos como el de los ovnis o la extraña y masiva expedición militar lanzada por Estados Unidos sobre la Antártida dos años después de finalizada la guerra.

En su libro, Botaya novela la eventualidad de que estas fuerzas nazis, "que tras la guerra se ocultaron en poderosas corporaciones multinacionales", hubieran alcanzado la Luna ya en 1945 desde Colonia Dignidad, en Chile.

Tal idea, según el autor, alimenta las dudas sobre la misión del Apolo XI y el que, estando el satélite tan cerca de la Tierra, americanos y rusos interrumpieran hace casi cuatro décadas la exploración lunar.