Franz Ferdinand: No sabíamos que el Festival de Viña era tan “kitsch”

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Autor: Cooperativa.cl

La banda escocesa regresa a Chile este domingo 28 de septiembre.

A diez años de su primer disco, siguen bebiendo y burlándose unos de otros cuando se les escapa el ego.

Franz Ferdinand ya no sólo quiere "hacer bailar a las chicas".

Tenían dos discos a su haber, estaban en la cresta de la ola en materia de indie rock y llegaron a la Quinta Vergara para actuar el mismo día que Ruperto y la Sonora de Tommy Rey.

No, no es que a los escoceses de Franz Ferdinand les gusten las experiencias extremas: su paso por el Festival de Viña del Mar de 2006 fue casi accidental, una contratación de última hora motivada por su presencia en Chile como teloneros de U2. Lo que es cierto, eso si, es que nadie les dijo de qué tipo de evento musical se trataba en concreto: porque cuando a europeos o norteamericanos les hablan de "festival" es algo muy distinto lo que se imaginan. ¿Animadores de gala, show televisivo, orquesta, humor, música tropical? Nada que remita a ello en su imaginario colectivo. 

En conversación con Cooperativa cuando se aprestan a regresar al país para realizar un nuevo show en la capital, el baterista Paul Thomson comentó al teléfono entre risas sus recuerdos de esa curiosa participación en el festival que, según la alcaldesa Virginia Reginato, "no tiene competencia el mundo".

"Todo el mundo en Chile habla de eso, nuestros amigos de Chile. Antes de llegar ahí nosotros no teníamos ni una pista sobre lo que era Viña del Mar pero nos dijeron que lo que íbamos a hacer ahí era realmente una excepción, porque ellos nunca habían tenido antes una banda de guitarras. Dijeron que lo único que había habido era Faith No More, unos 20 años antes. Así que fue bastante loco, ciertamente no fue lo que estábamos esperando de un festival, de ninguna forma. No sabíamos que era un evento televisado y que tenía todas estas cosas kitsch, ridículas... pensamos que iba a ser como un concierto, así que fue bastante gracioso".

Un matrimonio exitoso

En un marco completamente distinto, Franz Ferdinand regresa a Chile este domingo 28 de septiembre para actuar en el Movistar Arena. Vienen a presentar su cuarto disco, "Right thoughts, right words, right action", editado en 2013 y que ha constituido su regreso a las ligas tras el momento bajo que implicó "Tonight: Franz Ferdinand" (2009).

En este 2014, además, están celebrando el cumpleaños número diez de su álbum debut, el homónimo "Franz Ferdinand", que con sus canciones bailables y pegajosas implicó su irrupción sólida en la escena mundial, en un año en que también saltaban a la fama otros nombres que marcarían la década en el género, como Arcade Fire, The Killers, Keane e Interpol.

Han sido diez años de altos y bajos para Kapranos, Thomson, McCarthy y Hardy, pero la salud del grupo sigue estando en buena forma, según aseguró a Cooperativa el baterista.

- A diez años de su disco debut, ¿cómo es la relación entre los cuatro integrantes de Franz Ferdinand? Parecen una de las pocas bandas no afectadas por el agotamiento...

- Es horrible. Nooo... probablemente es mejor que nunca. La gente lo dice y la verdad es que no se cuál es la clave para un matrimonio feliz, pero bueno, la química aún funciona. Todavía nos divertimos juntos cuando no estamos en tour y no estamos forzados a estar los unos con los otros. En realidad aún nos gusta salir como amigos. Nosotros éramos camaradas antes de empezar a hacer música. Ahora nos hemos conocido por años y hemos formado la relación a través de las experiencias más locas durante los últimos diez años. Así que si, aún somos amigos y cuando tenemos algún asunto pendiente hablamos de eso, así que somos casi como hermanos.

- Pareciera que no hay grandes egos dentro del grupo. ¿Es parte de la fórmula para mantener las ganas de seguir?

- Tan pronto como alguien se pone arrogante, o su ego se sale de control, los demás de inmediato le dicen algo al respecto. Así que cuando mi ego se sale de control, soy ridiculizado. Sólo tendemos a reírnos de ese tipo de cosas.

Mucho, mucho alcohol

Los fanáticos de Franz Ferdinand son, en general, bastante menores que los integrantes del grupo (que están entre los 42 y los 34 años). Eso ha motivado delirantes escenas de amor por parte de sus seguidores en anteriores visitas a Chile y, en general, la devoción constante hacia la banda en redes sociales.

Luego de una década en el ruedo, ¿es posible aburrirse de los fans obsesos?

"En Chile hay muchos obsesivos de Franz Ferdinand a los que conocemos en vivo y a través de Internet, en redes como Tumblr o Facebook. Probablemente los encontraremos en el aeropuerto y es siempre agradable ser bienvenido en un país al cual no perteneces. Es rarísimo, pero es bueno. Es entre chistoso y dulce", dice Paul Thomson.

El baterista de 38 años vive en Glasgow con su mujer y sus dos hijos, pero eso no significa que la madurez del adulto joven haya terminado con los necesarios excesos del rock & roll en su vida.

- ¿Todavía es difícil para ti afrontar las largas giras siendo un hombre de familia?

- Estoy acostumbrado y mis hijos también lo están. Cuando digo que me voy a ir por dos semanas, ellos dicen "ah ok, adiós". Ya no les molesta. No me extrañan... yo los extraño a ellos, pero hay algo bueno en socializar. Pero claro que las giras tienen costos, entonces siempre con los muchachos nos tomamos un par de días sólo para divertirnos. Siempre estamos haciendo música mientras viajamos, leemos, rondamos por Internet y bebemos. Bebemos mucho, salimos juntos, vamos a tomar, vamos a bailar, comemos juntos, así que al final todo es divertido. Es una buena vida.

- Alcanzaron el éxito muy rápido, se convirtieron en una banda famosa a nivel mundial en el lapso de dos años, entre 2004 y 2006. ¿Tuvo eso algún aspecto negativo?

- Obtener todo ese éxito tan rápido nos dio la oportunidad de salir de Glasgow y tocar en todo el mundo, estar en las portadas de las revistas. Los amigos te dicen que todo esto es muy extraño y a veces eso me hacía sentir incómodo, porque ya sabes, mis amigos aún viven en sus departamentos con sus hijos y tienen trabajos regulares que han estado haciendo por diez años. Así que siempre me sentí un poco avergonzado de lo que hacía, pero luego lo acepté y ahora soy feliz con todo esto. Y me siento afortunado de poder hacer lo que hago.

"Todavía tenemos el groove"

A un año del lanzamiento de "Right thoughts, right words, right action", la banda está contenta con lo hecho en el disco, que aunque no repitió el éxito de sus primeros y mejores tiempos, si contó con buenos comentarios y recepción radial.

"Todavía me gusta. Disfruté haciéndolo y todavía me gusta tocarlo. Hay un par de canciones que me gustan más, que son "Stand on the Horizon" y "The Universe Expanded". ¿Sabes? Ninguno de nosotros se obcecó con el pasado, todavía nos sentimos una banda que funciona bien, una banda que funciona en el presente. Por ende pensamos en el presente y en el futuro, también. Siempre estamos pensando en lo que sería divertido hacer en el futuro. Todavía tenemos el groove, tenemos ideas, tenemos más qué ofrecer. Nuestro sonido siempre sonará como Franz Ferdinand, porque tenemos una identidad sónica muy fuerte", asegura Thomson.

Esa identidad se basa en el espíritu festivo e irreverente de la banda y en la racionalidad filuda del principal letrista, el cantante Alex Kapranos, un hombre atento a la realidad y que recientemente trabajó por la opción independentista en el referéndum que pretendía definir si Escocia debía seguir siendo parte del Reino Unido u optaba por la separación.

"Creo que Alex se ha hecho mejor. Nunca hemos negado lo que hicimos en los primeros discos, pero esto es mejor. La música la escribimos juntos, el sonido lo hacemos los cuatro", dice Paul Thomson sobre la democracia que pretende ser la banda. 

El show que realizarán este domingo 28 de septiembre en el Movistar Arena, en tanto, será el mismo derroche de energía al que tienen acostumbrados a sus fanáticos. Según el setlist de los conciertos previos de la gira actual, no deberían faltar canciones como "The dark of the matinée", "Michael", "This fire", "Do you want to", "Walk away" y, por supuesto, numerosos temas más recientes, que no fueron parte de su último show en Santiago en el marco del Festival Lollapalooza 2013. 

"Son alrededor de noventa minutos, aproximadamente unas veinte canciones, recorriendo nuestros cuatro discos, tocadas una después de la otra sin pausa. Son las audiencias las que son energéticas, son los públicos los que hacen los shows también. Mientras la audiencia se entretenga con lo que está viendo, nosotros esperamos ser entretenidos por la gente. Y los fans chilenos nunca nos han decepcionado, lo cual es la razón por la que siempre volvemos", concluye Thomson sobre este retorno.

Las entradas para ver a Franz Ferdinand en Santiago, teloneados por los británicos Wild Beasts, están a la venta en el sistema Puntoticket.