Imagine Dragons y su épico inicio de tour en Chile

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Autor: Cooperativa.cl

La banda de Las Vegas regresó a Santiago para comenzar aquí su nueva gira.

Ofrecieron un show grandilocuente, emotivo y energético.

 Yanina Sepúlveda

Dan Reynolds no se cansó de declarar su amor eterno a Chile y Sudamérica durante el show.

No todo el tiempo los músicos en boga a nivel mundial eligen Latinoamérica para iniciar sus nuevas giras. Este fue el caso de Imagine Dragons, quienes a poco más de un año de su presencia en Lollapalooza Chile 2014, retornaron con un nuevo disco bajo el brazo, el segundo de su carrera, titulado "Smoke + Mirrors".

Lo hicieron, según dijeron a Cooperativa antes del concierto, porque Latinoamérica es donde encuentran la fanaticada más intensa, esa que se condice perfectamente con su propuesta sobre escena. "Es como empezar una comida por el postre", dijo el cantante, Dan Reynolds. Y eso quedó demostrado en la jornada de ayer, ante unas once mil personas que llegaron hasta el Movistar Arena. 

Aunque en su primer paso por el continente el grupo de Las Vegas había exhibido ya su predilección por la grandiosidad en sus shows diseñados para grandes masas (su presentación en Lollapalooza Brasil el año pasado se dio ante unas 150 mil personas), en este retorno a Chile, la banda mostró un crecimiento digno de destacar, tanto musicalmente como en puesta en escena.

Tal como ellos mismos reconocen, todas las canciones que Imagine Dragons compone están hechas para el vivo y eso se nota. Si bien "Night Visions" (2012) y también el más reciente disco tienen momentos íntimos y sutiles, la epicidad de su propuesta es intencional y funciona tal como lo desean.

Una escenografía definida por el juego constante de luces y ocho coloridas y triangulares columnas led de ocho metros de alto da el marco a un show donde predomina la energía encendida de Dan Reynolds y los momentos convulsos de las percusiones, esas que caracterizan el sonido del grupo. Cuando llegan a "Radioactive" (el hit que los hizo famosos a nivel mundial y vendió más de 9 millones de descargas), el ambiente se vuelve orgásmico para el grupo y sus seguidores, con los cuatro integrantes agitando tambores, bombos y batería en un trance largo y afiebrado. Tiempo hay también para dejar en evidencia la nueva maestría del guitarrista Wayne Sermon, con un efectivo (y no soporífero) solo en la canción "Hopeless Opus".

Imagine Dragons repasó los momentos más altos de "Smoke + Mirrors", como "Shots" (con la cual abrieron la noche), "Gold", "I bet my life", además de la sorprendentemente rockera "Friction" (sorprendente para los acostumbrados al sonido melódico de sus inicios). "It's time", "Demons" y "On Top of The World", los otros hits de "Night Visions" completaron el repertorio. Diecinueve canciones que concitaron el coro del público, compuesto mayoritariamente por adolescentes y veinteañeros, pero donde no faltaron tampoco las familias, con niños atraídos por las melodías alegres y animosas del grupo.

Un regalo especial para sus seguidores fue el cover de la ochentera "Forever Young" de Alphaville, un tema que despertó masivamente los celulares (las antorchas digitales de hoy) en uno de los momentos emotivos de la noche. Reynolds se dio el espacio para homenajear al continente contando que tomó clases de español en la secundaria y recitando parte de los "Versos Sencillos" del cubano José Martí ("Yo soy un hombre sincero de donde crece la palma y antes de morirme quiero echar mis versos del alma").

El futuro

Lo que resalta al ver a Imagine Dragons en el escenario y también al escucharlos hablar son las ansias intensas que los mueven, esa ambición y esa sangre vital que sólo se encuentra en los músicos jóvenes y que están empezando recién a disfrutar el sabor del mainstream y la popularidad. Esos que, pese al éxito obtenido, aún no se han gastado ni corrompido por las presiones económicas, las disputas internas y la fama. Es algo que se agradece, en un negocio marcado por las propuestas calculadas y la desidia. 

Los muchachos de Las Vegas han creado expectativas grandes en la industria musical y están haciendo todo por cumplirlas (no se tomaron descanso entre el tour del primer disco y la grabación del segundo y piensan repetir el proceso tras el fin de esta gira). Si no se desinflan o extravían en el camino, Imagine Dragons va a ser tan grande en la música comercial como lo fue Coldplay a mitad de la década pasada, pues trabajan cada día y sin descanso para ello, a un nivel que roza lo conmovedor.