Descubren la "mejor hora" para comer dulces

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Autor: Cooperativa.cl

Según científicos el mejor momento del día para consumir este tipo de alimentos es en la mañana.

¿La razón? Un "reloj" celular que afecta a la tolerancia a la glucosa.

Científicos de España y EE.UU. identificó por primera vez la existencia de un "reloj" celular en los tejidos adiposos que afecta directamente a la tolerancia a la glucosa, y refuerza la tesis de que no se deben comer dulces por la noche cuando el cuerpo tiene la mínima sensibilidad a la insulina.

Esta investigación, que acaba de publicar la revista FASEB (de la Sociedad Americana de Biología Experimental), fue dirigido por la catedrática de Fisiología de la Universidad de Murcia (sureste de España) y profesora visitante en Harvard (EE.UU.) Marta Garaulet, y el director de la división de Medicina del Sueño de esa universidad americana, Frank Scheer.

Según constató el estudio, el "reloj" encontrado en el tejido graso funciona, además, mucho mejor en las personas que se acuestan temprano y duermen más horas que en aquellas con déficit de sueño u horarios irregulares.

"Este reloj celular puede contribuir al ritmo diario de la tolerancia a la glucosa", dijo a Efe Marta Garaulet.

"Nuestro estudio demuestra que el tejido adiposo subcutáneo tiene un reloj interno que es capaz de regular la sensibilidad a la insulina incluso estando in vitro, fuera del cuerpo", informó, por su parte, el investigador norteamericano, que añade que ese ritmo "se adapta muy bien a lo observado en los seres humanos en general cuando examinamos cómo hacen frente a una comida o a una carga de azúcar".

Para llevar a cabo esta investigación, los distintos equipos científicos de las cuatro universidades trabajaron durante todo un año en el análisis y observación de muestras de grasa subcutánea y grasa visceral extraídas de 18 personas de perfiles muy distintos que se sometieron a cirugía de "bypass" gástrico.

Garaulet, una de las impulsoras de la cronobiología y su relación con la obesidad en España, resaltó que este trabajo explica por qué se toleran peor los azúcares por la noche, lo que "puede llevarnos a picos de insulina que a la larga nos harán engordar" porque "favorecen la entrada de grasa al tejido adiposo".

Según la catedrática, comer dulces por la noche podría aumentar el riesgo de padecer diabetes y obesidad, aunque ese problema podría mermarse con un número suficiente de horas de sueño al día (al menos siete en adultos) y acostándose temprano porque son dos factores que "ayudan a mejorar el funcionamiento del tejido adiposo"