Vaticano negó proteger a fundador de Sodalicio y abrió posibilidad de regreso a Perú

Publicado:
- Periodista Radio: EFE

Aseguraron que Luis Figari "nunca ha estado oculto, escondido o protegido" por la Santa Sede.

En 2017 se ordenó que el religioso no regrese a Perú, pero ahora se aclaró que no es una prohibición "absoluta".

 El Comercio

El Vaticano negó estar "protegiendo" al peruano Luis Figari, fundador de la organización católica Sodalicio de Vida Cristiana (SVC) y quien es investigado por presuntos abusos sexuales, y abrió la posibilidad de su regreso a Perú, informó este viernes la Conferencia Episcopal Peruana (CEP).

Un comunicado, firmado el 25 de mayo en la Ciudad del Vaticano y leído este viernes en una conferencia de prensa por el obispo Miguel Cabreros, presidente de la CEP, aseguró que Figari "nunca ha estado oculto, escondido o protegido en ningún modo" por el Vaticano.

El pronunciamiento fue emitido por la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica (Civcsva), que rechazó que "en repetidas ocasiones se le ha atribuido (...) haber ocultado al señor Figari en Roma y de esta manera protegerlo impidiéndole regresar al Perú".

Agregó, en ese sentido, que la medida que ordenó en 2017 que Figari "no regrese al Perú salvo por motivos muy graves y siempre con permiso por escrito", no es una prohibición "absoluta".

Sostuvo que contempla su retorno "por razones graves y con el permiso por escrito del Superior General" del Sodalicio, que ha sido intervenido por la Santa Sede y actualmente es tutelado por el comisario apostólico Noel Antonio Londoño.

Durante la rueda de prensa, en la que también se presentó al obispo Pedro Barreto como nuevo cardenal peruano, los representantes de la Iglesia Católica leyeron el pronunciamiento del Civcsva sobre Figari, quien es investigado por denuncias de abusos sexuales, físicos y psicológicos junto con otros altos representantes del Sodalicio.

Medida "busca reparar el daño causado"

En el pronunciamiento, el Vaticano expresó que la medida de alejamiento decretada a Figari busca "reparar el daño causado por él, y el escándalo resultante, sea para restablecer la justicia con las víctimas, así como para evitar que causara más daño a nadie".

Además, evitar que el investigado pueda "ocultar o destruir pruebas contra él y, por lo tanto, de evitar la averiguación de la verdad de los hechos y de obstaculizar el curso de la justicia tanto eclesiástica como del Estado".

Sobre la permanencia de Figari en Roma, sostuvo que se trata de "una libre elección del Superior General", cuyo único fin es "evitar cualquier daño adicional a cualquier persona por parte de Figari, proteger a las víctimas y favorecer el curso de la justicia".

El Vaticano dijo también que Figari no recibe "ninguna protección o privilegio de ningún tipo", por lo que resaltó que de surgir "la necesidad de que Figari regrese a Perú, podrá ser autorizado por el comisario apostólico", y que quedan a la espera de la decisión final de la justicia eclesiástica.

Tras leer el comunicado, los miembros de la CEP expresaron su voluntad de "responder de una manera correcta y justa" ante estos casos, para lo cual anunciaron su intención de abrir "centros de escucha" a las víctimas.

"Todos sabemos que el abuso sexual no es solo de la iglesia, pero sabemos que cuando es un representante del Señor, la gravedad es mucho mayor, por eso nosotros también estamos aprendiendo", sostuvo el obispo de Chiclayo, Robert Prevost.

Según un informe elaborado por un grupo de investigación interno del Sodalicio, además de Figari, los otros agresores sexuales identificados son el ya fallecido Germán Doig, así como Virgilio Levaggi y Jeffrey Daniels, quienes ya han sido retirados de la organización.

En diciembre del año pasado un fiscal peruano pidió que se ordene la prisión preventiva de Figari y otros antiguos jerarcas del Sodalicio, cuyos abusos fueron revelados en 2015 por los periodistas peruanos Pedro Salinas y Paolo Ugaz en el libro "Mitad monjes, mitad soldados".