Mujer vivió todo lo que vivió por su adicción al sexo

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Autor: Cooperativa.cl

La inglesa Laurie Woodruff, de 30 años, hizo confesiones sobre sus períodos más oscuros.

La inglesa Laurie Woodruff, de 30 años, está a punto de publicar su libro "Diario de una adicta al sexo", una confesión en primera persona de cómo se volvió esclava de sus más bajas pasiones.

"El sexo me controla a mí y a mi vida. Yo lo permito, pero temo que un día me destruya. La adicción roe mi alma. Nunca estoy satisfecha, siempre quiero más. Cada acción que hago, es por amor al sexo", dice parte del libro.

Woodruff lo confiesa como una enfermedad y relató en una entrevista con The Sun cómo decidió dar un cambio profundo en su vida. Todo por la vergüenza y el estigma que cae sobre las mujeres. Su hijo pequeño Henry también fue un eje de cambio.

"Puse el sexo por encima de todo: mi carrera, mis amistades, mi bienestar. Nunca fuera de mi mente. La adicción al sexo se manifiesta de muchas maneras diferentes. Para mí fue buscar encuentros potencialmente peligrosos y volver a las mismas relaciones destructivas una y otra vez", detalló.

Laurie contó que se ha acostado con entre 100 y 200 hombres, por lo que que ya perdió la cuenta. Todo comenzó a los 12 años. "Perdí mi virginidad siendo menor y aunque sabía que era algo incorrecto no podía detenerlo. Mis deseos se extendían a ambos sexos", detalló.

A los 20, Woodruff tuvo relaciones sexuales con seis hombres a la vez en una fiesta, ante la atenta mirada de su pareja: "Me acostaba con varios hombres a la semana y ni siquiera tenía ganas. No podía controlarme y recurriría al sexo para calmarme".

"Estar dominada siempre me ha gustado, pero me convertí en una esclava de este tipo de personas", dijo Laurie, quien se dio cuenta que tenía que darle prioridad a su hijo, en vez de al grupo de adictos al sexo.

La ahora escritora dice que su vida cambió, que no tiene sexo hace cuatro meses. "Soy una persona sexual, siempre lo he sido y siempre lo seré, y no hay vergüenza en eso. Pero encontré una manera de canalizar la energía sexual excesiva", remató.