Fiscalía de Brasil pide dos nuevos juicios contra Michel Temer

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Esta vez, el Ministerio Público Federal presentó denuncias vinculadas al caso Lava Jato.

El ex presidente está acusado de los delitos de corrupción y lavado de dinero.

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La fiscalía estima que Temer desvió dinero en un contrato de prestación de servicios de comunicación del aeropuerto de Brasilia.

La fiscalía brasileña le solicitó este viernes a la justicia que abra dos nuevos juicios penales contra el ex presidente Michel Temer por los delitos de corrupción, lavado de dinero y malversación.

La petición fue realizada un día después de que un juez de Brasilia aceptara otra denuncia contra el ex jefe de Estado y decidiera enjuiciarlo por corrupción pasiva, en un proceso relacionado a un soborno de 500 mil reales (cerca de 86 millones de pesos chilenos) recibido por un auxiliar.

Temer enfrenta diez procesos, entre los cuales uno en que el juez ya aceptó procesarlo y los dos solicitados este viernes.

Las dos nuevas denuncias presentadas por el Ministerio Público Federal están vinculadas al caso Lava Jato, la mayor operación de combate a la corrupción en Brasil y que destapó una gigantesca red de desvíos de la petrolera estatal Petrobras.

Estas fueron presentadas ante el juez séptimo federal de Río de Janeiro, Marcelo Bretas, responsable por los casos de esta causa en esa ciudad.

Cabe recordar que Bretas dictó una orden de detención contra Temer la semana pasada, que lo mantuvo recluido hasta el lunes, cuando presentó un recurso ante un tribunal de segunda instancia.

En esta ocasión, Temer fue acusado de los delitos de corrupción y lavado de dinero por el supuesto desvío de un millón de reales (unos 173 millones de pesos chilenos) en un contrato de prestación de servicios de comunicación del aeropuerto de Brasilia.

La denuncia anterior que fue aceptada por un juez de Brasilia surgió por los 500 mil reales encontrados en una maleta que portaba Rodrigo Roucha Loures, auxiliar cercano de Temer que aceptó sobornos de los entonces dueños del grupo J&F, los hermanos Joesley y Wesley Batista, para favorecerlos en contratos con el gobierno.

La fiscalía asegura que los sobornos estaban dirigidos al entonces presidente y que Roucha Loures sólo era su intermediario.

Por ese asunto, la Fiscalía llegó a pedir el desafuero de Temer para que respondiera ante la justicia, lo que fue negado por el Congreso, por lo que el proceso fue retomado una vez que dejó el poder.