Cientos de personas despidieron a sacerdote José Aldunate en la Iglesia San Ignacio

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Cooperativa.cl

Políticos y agrupaciones defensoras de los derechos humanos se reunieron para homenajear al cura obrero.

El otro cura obrero, Mariano Puga, expresó que están "celebrando que esta Iglesia de Cristo engendra gente como Pepe Aldunate".

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Sus restos fueron trasladados posteriormente a la comuna de Padre Hurtado.

La Iglesia San Ignacio estuvo repleta este lunes por la despedida del sacerdote jesuita José Aldunate, quien falleció el sábado pasado a los 102 años.

Políticos y agrupaciones defensoras de los derechos humanos se reunieron para homenajear al cura obrero, fundador del Movimiento contra la tortura Sebastián Acevedo.

Cientos de personas gritaron "Pepe amigo, el pueblo está contigo" en medio de la ceremonia, previa del traslado de los restos del Premio Nacional de Derechos Humanos a la comuna de Padre Hurtado.

"Quisiera morir como pobre, así como he tratado de vivir sin lograrlo de veras; en la calle, en un hospital público, en el Hogar de Cristo o simplemente en casa", dijo alguna vez Aldunate, quien en 2016 recibió el Premio Nacional de Derechos Humanos.

En el funeral se realizó una misa encabeza por sacerdotes jesuitas, entre ellos otro cura obrero, Mariano Puga: "Estamos celebrando que esta Iglesia de Cristo pare, engendra gente como Pepe Aldunate. Que lo digan los detenidos desaparecidos, que lo digan los pobres de las barriadas, que lo digan los familiares de torturados políticos. Esa es la Iglesia que estamos tratando de vivir y revivir después de todo lo que hemos sufrido en estos días", expresó.

Durante la dictadura, fue uno de los fundadores del "Movimiento Contra la Tortura Sebastián Acevedo", agrupación nombrada en honor a un hombre que en 1983 inmoló frente a la Catedral de Concepción exigiendo conocer el paradero de sus hijos detenidos ilegalemente, y que reunía a laicos y religiosos en la denuncia y protesta pacífica contra la represión, las detenciones ilegales y la desaparición de personas.

Una de las hijas de ese hombre, Candelaria Acevedo, reconoció la labor de Aldunate: "Fue un honor conocerlo al Pepe", valoró.

"Además un honor de que en ese tiempo hayan decidido colocarle (ese nombre) al Movimiento contra la tortura Sebastián Acevedo, ya que por una suerte de eso y también por el hecho del acto que mi padre hizo, nosotros pudimos salvar nuestra vida, pero también la de muchos otros compañeros que estaban siendo torturados y vejados en este país", destacó.

"Dio una luz de esperanza en muchos de nostros porque se dio a conocer que en Chile se torturaba y cuáles eran los recintos", agregó.

El cura "Pepe" recibió el cariño en su último adiós. (Foto: ATON)

La religiosa Karoline Mayer, amiga del cura "Pepe", resaltó que "nunca se encumbró siendo él de las clases más altas de Chile, educado en Inglaterra; con dolor se hace humilde despojándose de sus privilegios para ser uno de nuestro pueblo hasta el final".

Aldunbate estuvo al tanto de la contigencia nacional hasta el final, mostrándose de acuerdo con el matrimonio igualitario y defendiendo el aborto en ciertas causales, posición que le trajo algunos problemas con la jerarquía de la Iglesia.

"Hizo lo que pudo, le fue más o menos. Que descanse en paz", dice el epitafio del sacerdote, frase expresada con sus propias palabras.

Sus restos fueron sepultados en el Cementerio Jesuita de la comuna de Padre Hurtado.