Carabinero infiltrado en Lo Hermida fue descubierto tras aparecer en programa de Canal 13

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Autor: Cooperativa.cl

Un reportaje de Ciper reveló que, bajo el seudónimo "Giovany", se integró a una organización social apoyando en ollas comunes, a la vez que instigaba a atacar a la policía.

Fue despertando sospechas de a poco, hasta que una vecina lo reconoció al ver un anuncio en televisión de un docurreality que él había protagonizado.

 ATON (Referencial)

Ciper confirmó que se trataba de un cabo segundo de Carabineros, cuyas labores no quiso revelar la institución debido a la Ley de Inteligencia.

Un carabinero que estaba infiltrado en la población Lo Hermida, Peñalolén, fue descubierto por los vecinos debido a que tiempo atrás había protagonizado un programa de docurrealidad en televisión que, paradójicamente, distaba completamente a sus labores policiales.

Un reportaje de Ciper relata que, a mediados de mayo, bajo el seudónimo "Giovany Arévalo Álvarez" comenzó a acercarse a una organización social, a través un perfil de Facebook llamado "Charlie Charlie". Luego pasó a comunicarse por chat, pidiendo reunirse con dirigentes para ayudarlos; y en paralelo, llegó a tatuarse con un vecino del sector, al que contactó por Instagram.

Contaba que había estado en la "primera línea" de Antofagasta, y afirmaba que quería enfrentarse "con los pacos" y que andaba "detonao". De hecho, uno de sus planes más atrevidos fue realizar un ataque sorpresa a la subcomisaría de Lo Hermida, que quedó registrado en un audio que envió él a un vecino. "Hay que quemarlos", dijo incluso en una oportunidad.

COARTADAS DERRUMBADAS POR UNA PRMOCIÓN TELEVISIVA

Fueron varios los factores que empezaron a levantar dudas en torno a su persona: primero, su insistencia en instar a los vecinos a participar en enfrentamientos con Carabineros. "Lo principal es fortalecernos como organización, y levantar un buen trabajo en el territorio", le respondían.

Participaba también en ollas comunes y de auxilio a los hogares afectados por el desempleo, en el marco de la pandemia, e incluso depositaba dinero para financiar la ayuda social, con algunos depósitos -desde una cuenta RUT de BancoEstado- de entre 25 mil y 30 mil pesos. "Siempre disponía de plata", cuentan vecinos a Ciper.

Las sospechas aumentaron porque no tenía amigos ni conocidos en el sector, y había llegado al lugar tras contactar por redes sociales a un tatuador; en otro episodio, un integrante de la organización fue alertado por un vecino porque "Giovany" había asistido a una reunión para coordinar el aniversario de la población y lo vieron sacando fotos a las patentes de los autos de quienes estaban; en otra ocasión, en un conversatorio sobre la crisis social fueron evidentes sus esfuerzos para conseguir los teléfonos de las personas con las que hablaba.

En una oportunidad le pidieron su carnet de identidad y en otra le revisaron el celular, que él decía que era nuevo, donde "tenía contactos muy precisos y fotos de manifestaciones, pero todo muy reciente", recuerdan vecinos.

Al principio, el agente se tomaba las sospechas con humor, pero luego manifestó su molestia y para explicar por qué a veces iba una semana a reuniones de la organización, pero luego desapareció las dos siguientes, se excusó con que trabajaba para contratistas de construcción y muchas veces debía salir de Santiago.

Pero sus coartadas, desde su identidad falsa, pasando por su supuesta participación en protestas como "primera línea", hasta su presunto trabajo, se derrumbaron por una urgencia médica: una joven que participaba en las ollas comunes asistió a un centro médico en septiembre, y en el televisor de la sala de espera vio que Canal 13 promocionaba la repetición de un capítulo del programa "Contra viento y marea" que había emitido un año atrás.

Allí la joven advirtió que aparecía "Giovany", con otro nombre -el real- y con el uniforme de Carabineros, y con una apariencia diferente: tenía pelo corto y no las trenzas con las que se infiltró en la organización social; incluso en su nuevo rol lucía trenzas azules, bigote, barba tipo candado, un aro con expansión en su oreja y, después de junio, un tatuaje en su brazo alusivo a las protestas sociales.

Claro que el capítulo nunca fue repetido, porque Carabineros le solicitó a la señal privada que no lo volviera a emitir, según comprobó Ciper.

El perfil de Facebook con el que se acercó a la organización fue eliminado luego de que Ciper contactara a Carabineros.

AMPARADO EN LA LEY DE INTELIGENCIA

Hay un RUT y una cédula de identidad asociada a "Giovany Arévalo Álvarez", pero se trata de un nombre ficticio utilizado por un cabo segundo de Carabineros. La verdadera identidad fue confirmada por Ciper, que también le consultó a Carabineros por las actividades que desplegó al agente, al menos hasta septiembre pasado, en Lo Hermida.

La respuesta de la institución no aportó detalles y se limitó a señalar que "el carabinero está bajo el amparo de la Ley de Inteligencia", por lo que no pueden revelar antecedentes. Misma norma que le permite a Carabineros solicitar al Registro Civil que entregue identidades falsas para que sean usadas por sus agentes infiltrados.

Tampoco hubo respuesta oficial respecto de si un carabinero infiltrado puede promover acciones violentas, como a enfrentarse con las mismas fuerzas policiales, además de recabar pruebas de eventuales delitos o recoger información para análisis de inteligencia.