Cinco comunas corren peligro por construcciones sobre Falla San Ramón

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Autor: Cooperativa.cl

El 55 por ciento de la superficie de la falla de San Ramón está hoy construida como parte del crecimiento exponencial que ha tenido Santiago.

Expertos remarcan que "es urgente evitar que se siga construyendo directamente sobre ella, independientemente de cuándo ocurrirá un próximo gran terremoto".

Académicos de la Universidad de Chile advirtieron respecto los riesgos de construir sobre la falla de San Ramón, que está activo y que puede afectar a más de 1,7 millones de personas que habitan la zona, dado su potencial sísmico que podría ser superior al del 27-F, según afirmaron.

El 55 por ciento de la superficie de la falla de San Ramón está hoy construida como parte del crecimiento exponencial que ha tenido Santiago en las últimas cuatro décadas.

Gabriel Easton, investigador del Programa de Reducción de Riesgos y Desastres de la Universidad de Chile, que la falla San Ramón atraviesa todas las comunas situadas a los pies del frente cordillerano, en el piedemonte de Santiago, a lo largo de más de 25-30 km, e incluso 50 km si se considera también Pirque y Lo Barnechea, profundizando hasta unos 10-12 km en la corteza terrestre.

"Actualmente desarrollamos un proyecto Fondecyt (1190734), sobre la planificación urbana en riesgo de la Falla San Ramón, con lo cual estamos precisando aún más su ubicación a partir de datos topográficos de alta resolución LiDAR y la próxima realización de nuevas trincheras paleosismológicas. Cada vez, los antecedentes que recabamos nos confirman su importancia en cuanto estructura geológica activa, capaz de generar terremotos corticales y con posibilidad de ruptura en superficie", explicó Easton.

Con estos antecedentes, los investigadores e investigadoras alertan respecto del riesgo de construir sobre la falla San Ramón. Hasta 1960 la ciudad de Santiago se planificó supeditada al valle central, pero en 1979 esa concepción cambió, a partir de la ampliación del territorio urbanizable hacia el piedemonte cordillerano, con un desarrollo cada vez mayor sobre la falla.

Así, hoy las comunas de Las Condes, La Reina, Peñalolén, La Florida y Puente Alto están sobre esta falla.

En cuatro décadas, detalla el profesor Easton, "el crecimiento de la población que habita las comunas por donde pasa la falla cambió desde unas 500 mil a más de 1,7 millones de personas; de ellos, la población que vive directamente sobre la potencial zona de ruptura, en caso de un sismo mayor, serían estimativamente varias decenas de miles de personas".

El "es necesario que el Plan Regulador Metropolitano de Santiago (PRMS) y los comunales, consideren la falla San Ramón porque es urgente evitar que se siga construyendo directamente sobre ella, independientemente de cuándo ocurrirá un próximo gran terremoto con ruptura superficial".

En el mismo sentido, "es necesario también que la normativa sísmica (NCH433) incorpore ésta y otras fallas geológicas, asumiendo que ocurrirán terremotos en estructuras activas, porque en fallas de este tipo los terremotos ocurren mucho más espaciados en el tiempo que por ejemplo aquellos de subducción, por ende su probabilidad de ocurrencia es menor, pero de todos modos ocurren y su impacto potencial puede ser localmente mucho mayor", alertó Easton.

Sonia Pérez, académica de la Facultad de Ciencias Sociales y actual vierrectora de Asuntos Estudiantiles y Comunitarios, sostuvo que "la planificación urbana debiera entregar esa información para que las personas puedan tomar decisiones autónomas respecto de dónde y cómo quieren vivir. En la zona hay que convivir con el riesgo y eso implica tener estrategias comunitarias para hacer frente a los problemas que ocasionaría un terremoto. Estrategias que no pueden ser planificadas si no se informan dónde y cómo estamos expuestos a la amenaza".

Al respecto, el académico del Departamento de Arquitectura e investigador principal del proyecto Fondecyt 1190734, Jorge Inzulza, considera que en términos de planificación es un tema de multiescalaridad y multidimensional donde cada comuna tiene su plan regulador propio y cada comuna debiera incorporar este riesgo geológico para lo cual la coordinación del Plan Metropolitano Regulador de Santiago cobra un rol fundamental en esa materia.

"La planificación urbana debiera incorporarlo en los instrumentos de planificación urbana de nivel local, intercomunal y también operativo. Podrían haber acciones de corto plazo, como medidas de mitigación, coacción o colaboraciones entre municipios, para generar sistemas de evacuación o diseños de educación cívica y resiliencia para que la gente conozca más de este riesgo geológico, para aminorar el miedo y el temor y acrecentar la seguridad de cómo enfrentar este riesgo en caso de detonarse, en caso de tener que evacuar, cuáles son lugares más adecuados, entre otros", concluyó el especialista.