Inusual ocurrencia de incendios forestales en invierno obligó a Conaf a adelantar su plan de combate

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Autor: Cooperativa.cl

La Corporación Nacional Forestal ha contabilizado 41 siniestros en julio y agosto, que han consumido dos mil hectáreas, fechas en que lo "normal" era tener no más de 30 afectadas.

Expertos lo vinculan irremediablemente con el cambio climático, y la institución alerta que la temporada más dura de estos incendios llegará antes de lo común,

 ATON (Referencial)

"La vegetación está extremadamente estresada", afirmó la Conaf.

La Corporación Nacional Forestal ha contabilizado 41 incendios forestales a lo largo de Chile desde el 1 de julio -cuando inició la temporada 2021-2022- hasta esta fecha de agosto, inusual ocurrencia en pleno invierno que obligó a la institución a adelantar su plan de combate de estos siniestros.

"La temporada de incendios ya se inició. Ya es una temporada compleja, con una sequía absoluta. Estamos con menos del 70 por ciento de un año promedio normal. Se produce mucho material más seco. Necesitamos la colaboración de cada uno de ustedes que nos está escuchando: ayúdenos a cuidar el bosque porque también las ciudades se van a ver enfrentadas cada vez más a que el fuego llegue más cerca", dijo el director ejecutivo de Conaf, Rodrigo Munita.

Según informó Aida Baldini, gerenta de Protección contra Incendios Forestales de Conaf, estos focos se han registrado principalmente en las regiones de Valparaíso, en la cordillera del Maule y en Aysén, y han consumido en total casi dos mil hectáreas.

"La verdad es que estamos en una temporada muy atípica, donde lamentablemente ya comenzaron los incendios forestales. Ésta es una cifra que no se había visto nunca antes", expuso Baldini en Emol, comparando que "lo normal a la fecha era tener 30 hectáreas afectadas, pero no dos mil".

"Antes se podía ver algún foco producto de quemas que hace la gente, pero que no avanzaban; en cambio, esta vez nos estamos encontrando con incendios de 200 hectáreas, difíciles de controlar, porque la vegetación está extremadamente estresada", sostuvo.

En ese sentido, aunque la temporada más dura usualmente "empezaba desde noviembre; era muy intensa en diciembre, enero y febrero; y terminaba en abril", alertó que "este año ya empezó: de acuerdo a los pronósticos que tenemos, sabemos que octubre ya va a ser un mes completamente atípico, y tenemos que estar preparados desde fines de septiembre para poder enfrentar los meses que vienen".

Por ello, la Conaf tuvo que adelantar su plan de combate de incendios forestal para agosto, pese a que "teníamos todos nuestros recursos preparados para que empezaran a trabajar a mediados de septiembre para adelante".

Uno de los últimos incendios fueron en Valparaíso: "Cerro El Imán", que afectó una superficie de 70 hectáreas, y "Fundo La Retamilla", que consumió 212 hectáreas de vegetación natural, ambos ocurridos y controlados a inicios de agosto en la comuna de La Ligua.

El director regional de la Onemi, Mauricio Bustos, explicó que "los lugares donde se producen estos incendios, cuyas causas están siendo investigadas en su origen, corresponden a lugares de bastante altura, con combustible nativo desarrollado, con bastante pendiente, y que en general no permitían el acceso terrestre a unidades de bomberos y de Conaf, que incluso debían ser aerotransportadas".

"Esta región es muy diversa y extensa, y tiene lugares de muy complejo trabajo cuando se producen incendios, esto fue lo que ocurrió en La Ligua, en la provincia de Petorca, donde llevamos cinco incendios a la fecha y 302 hectáreas afectadas, que es más de lo habitual", detalló.

EL CAMBIO CLIMÁTICO

El que más hectáreas consumió (1.473) fue el siniestro que en julio afectó a Parque Nacional Patagonia en Cochrane, Región de Aysén.

Desde esa zona, el investigador Luis Gómez, del Laboratorio Eco-Climático del Centro de Investigación en Ecosistemas de la Patagonia, asoció irremediablemente esto con el cambio climático.

Ante ello, "el problema es que la velocidad que le estamos imprimiendo a este cambio, y el tema de los gases de efecto invernadero es tal, que no permite esta adecuada evolución del sistema".

"Siempre lo he colocado como si fuera un auto que va a 100 kilómetros por hora y tiene que frenar: uno lo puede hacer de una manera bastante sencilla frenando y tranquilamente ir disminuyendo hasta cero, sin embargo, cuando hay un choque el problema es la desaceleración, que es tan fuerte que termina destruyendo todo. Si uno tuviera que asemejar el cambio climático, el gran problema es la tasa de cambio y la aceleración que estamos experimentando con el tema de la temperatura y el subsecuente cambio de climas que habrá dentro del territorio", expuso.

Por su parte, el agroclimatólogo y académico de la Universidad de Talca Patricio González explicó que "los bosques están propensos a hacer en cualquier momento un pequeño incendio, el que, con el viento que ha ocurrido durante julio y agosto, incluso hacia septiembre, obviamente se puede propagar en forma muy intensiva y extensiva del punto de vista geográfico".

PREVENCIÓN

En la Región de Ñuble, en la temporada anterior se registró una baja de 21 por ciento de la superficie de bosques consumidas por el fuego. Una labor preventiva desarrollada por los propios vecinos parece ser una de las claves de este éxito, como comentó Cecilia Silva, dirigenta del sector rural El Aromo de Trehuaco.

"Estamos rodeados de bosques. Por ejemplo, hacemos puerta a puerta diciendo a los vecinos que tienen que limpiar las casas, porque si hay un incendio cerca y hay basura en los techos pueden caer pavesas y se puede producir un incendio; que hay que limpiar los patios", señaló la vecina.