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Dos comuneros irán a la cárcel por asaltos a forestales en Carahue

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Autor: Cooperativa.cl

Juan Carlos Rodríguez Huenupil y Nicolás Huilita Vega admitieron su responsabilidad y fueron condenados a cinco años de presidio.

Los delitos los cometieron en marzo del 2021 en un fundo de Forestal Mininco, donde atacaron dos camionetas e intimidaron y golpearon a trabajadores.

 ATON (referencial)

Dos sujetos con domicilio en una comunidad mapuche de Carahue, Región de La Araucanía, fueron condenados a sendas penas de cinco años de presidio por dos asaltos armados que cometieron contra trabajadores en un predio forestal en marzo del 2021.

La Fiscalía de Alta Complejidad regional acusó a Juan Carlos Rodríguez Huenupil y Nicolás Huilita Vega por dos delitos de robos con violencia e intimidación: los sujetos admitieron su responsabilidad y fueron sentenciados en un procedimiento abreviado.

Las penas son efectivas, es decir, "no podrán tener algún beneficio alternativo", precisó el fiscal César Schibar, quien relevó también "la opinión de las víctimas, que manifestaron su acuerdo y conformidad, por lo tanto, nosotros estamos satisfechos desde esa perspectiva" con el resultado del proceso.

En uno de los robos "ingresa una camioneta de trabajadores forestales, a quienes intimidan utilizando armas de fuego, a quienes golpean, les sustraen especies, para luego dejarlos ir y huir del lugar", relató el comisario Héctor Bravo, de la Policía de Investigaciones.

El análisis de las cámaras de seguridad, además del trabajo en el sitio de suceso, "nos permite lograr individualizar estas personas", agregó.

ARMAS, PEDRADAS, VIDRIOS QUEBRADOS Y GOLPES  

Según detalló la Fiscalía, los delitos ocurrieron el 22 de marzo de 2021, al interior del fundo Aguas Blancas II, de Forestal Mininco. En el lugar los condenados, junto a otros sujetos, intentaron detener una camioneta que presta servicios a la forestal, pero al no conseguir su propósito le quebraron los vidrios y focos de un costado.

Horas después asaltaron una segunda camioneta, esta vez intimidando con armas de fuego a los trabajadores, quienes fueron obligados a descender, arrojados al suelo y golpeados,. El hecho fue registrado por las cámaras de seguridad del vehículo, que estaban instaladas tanto en el interior como en el exterior y "eran de buena calidad", lo que, junto a la información aportada por vecinos del sector, ayudó a "establecer fehacientemente" la participación de los comuneros, destacó el comisario Bravo.

Una de las víctimas, de iniciales U.A.R.R., fue atacada con golpes de pies y puños y sufrió distintas lesiones.

Después de robarles las especies de valor -celulares, equipos de comunicación y un chaleco antibalas-, los asaltantes les permitieron marcharse en el mismo vehículo, pero cuando partían les arrojaron piedras, destruyendo los vidrios traseros y laterales.