Kevin Maureira, el joven de 17 años que pasó del fútbol a ser campeón internacional de taekwondo

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Autor: Cooperativa.cl

El joven estudiante fue bicampeón panamericano en el Torneo ATA/Bekho, en Curitiba.

El taekwondo apareció en la vida de Kevin Maureira casi por azar, con una pelota de fútbol de por medio. A los 10 años, mientras entrenaba como parte de la selección del Colegio Mayor Tobalaba, notó que en una sala contigua algunos compañeros practicaban artes marciales. La curiosidad pronto se transformó en fascinación y, poco después, decidió probar. Lo que comenzó como una simple inquietud terminó convirtiéndose en una vocación: En 2024 alcanzó el primer lugar en el Torneo Panamericano ATA/Bekho en la categoría de Armas Tradicionales, y en septiembre pasado obtuvo el bicampeonato continental en el certamen celebrado en Curitiba, Brasil.

"Un día decidí intentar, y aunque al principio lo veía como algo secundario, terminó transformándose en una parte esencial de mi vida", relató Maureira, quien con 17 años combina con orgullo sus dos pasiones. A pesar de destacar a nivel nacional e internacional en el taekwondo, no ha dejado el fútbol: Sigue desempeñándose como delantero en su colegio, donde ha figurado como goleador y mejor jugador.

"Son disciplinas que exigen mucho esfuerzo físico, concentración y fortaleza mental. También implican una gran responsabilidad: En el fútbol, el delantero dispone de pocas oportunidades y debe aprovecharlas para marcar; en el taekwondo, la fórmula se ejecuta en cuestión de segundos, y cualquier error puede costar el resultado", profundizó.

Esa misma mezcla de exigencia física y mental fue la que lo acompañó en su más reciente desafío internacional. Tras años de entrenamiento y disciplina, Maureira viajó a Brasil decidido a dejarlo todo sobre el tatami.

"El significado de mi último logro en Brasil fue muy profundo. No se trató solo del resultado, sino de todo el proceso que hubo detrás. Fueron meses de práctica constante, de organizar mis tiempos entre los estudios, el fútbol y los entrenamientos. Competir en otro país, con condiciones tan distintas, fue un desafío enorme, pero logré mantener la concentración y superar los nervios", explicó Maureira.

Claudio Maureira, padre de Kevin, destacó con orgullo el temple y la perseverancia de su hijo.

"Kevin es una persona que se esfuerza mucho, trabaja intensamente día a día para alcanzar sus metas. Ser deportista exige resiliencia; hay más caídas que triunfos, pero cada una enseña algo nuevo y lo impulsa a avanzar un paso más", aseveró.

Para él, el progreso de su hijo ha sido evidente en cada torneo y entrenamiento: "Kevin ha desarrollado esa capacidad con el tiempo, y lo demostró de forma maravillosa representando a Chile en el campeonato de taekwondo en Curitiba", comentó.

Por su parte, Estrella Valenzuela, madre del joven, también expresó su orgullo: "Poder ver a tu hijo desarrollarse en el área que le apasiona es un regalo. Tiene una fuerza, un empuje y un coraje admirables. Cada competencia es una experiencia que vive con intensidad. Este camino le ha enseñado a ser resiliente cuando las cosas no resultan y humilde cuando le va bien. Ha aprendido a trabajar duro por cada medalla, y eso es lo que más me enorgullece".

Entre los anhelos del joven deportista aparece la universidad: Está entre estudiar ingeniería civil eléctrica o química, aunque proyecta continuar jugando fútbol y practicar taekwondo, disciplinas que sigue realizando en su último tramo escolar. "Afortunadamente, mi colegio me da muchas facilidades para desarrollarme en el deporte, sin tener que aplazar responsabilidades académicas. Me apoyan bastante, y eso se agradece. A veces se hizo intenso, pero me gusta", comentó.

A pesar de su exigente rutina, Kevin no piensa en detenerse. "El taekwondo me enseñó a ser disciplinado y resiliente. Si algo no sale bien, se vuelve a intentar. Esa es la lección más grande que me deja este camino".