Justicia mandó callar a un perro que "perturba la existencia" de su vecina de 91 años
Doña Luz Matus, oriunda de Hualpén, recurrió a tribunales alegando que a ratos su desesperación es tanta, que debe sentarse y se toma la cabeza, completamente arrancada de su rutina diaria.
La Corte de Concepción falló a su favor, considerándola víctima de "violencia sorda" por ver afectado su descanso y estar sufriendo estrés, angustia y riesgo de problemas médicos asociados.
La dueña del can, llamado "Rocko", afirma que éste se altera debido a que la anciana usa "un dispositivo de ultrasonido para ahuyentarlo".
La Municipalidad admite no tener expertise para abordar el inédito caso: "Vamos a tener que ver".
Según Matus, "el perro fue criado como uno más de los hijos (de sus vecinos): muy mal enseñado y sin ninguna limitación, de manera que le gusta ladrar y lo hace todo el día".
Un inédito y particular fallo judicial abrió debate en la comuna de Hualpén (Región del Biobío), tras resolver a favor de una adulta mayor que reclamaba por los constantes ladridos de "Rocko", el perro de sus vecinos.
La afectada, identificada como Luz Matus (91), relató a Cooperativa: "Hace tres años, los vecinos del lado izquierdo de mi casa compraron un cachorro, porque necesitaban un guardián. Buscaron una raza ladradora y el perro fue criado como uno más de los hijos; muy mal enseñado y sin ninguna limitación, de manera que le gustaba ladrar y lo hacía todo el día".
"Estas casas son de 48 metros cuadrados y (el ladrido) me interrumpía la rutina. Y yo, de repente, me tenía que sentar aquí, abrazarme la cabeza y pensar '¿qué es lo que sigue?, ¿qué estoy haciendo?', porque el perro me perturbaba la existencia", aseguró doña Luz.
"Les pedí (a los vecinos), de buena mente, que al perro lo mantuvieran al fondo, para que por lo menos se sintiera atenuado el ladrido, pero no hicieron caso", contó.
Por ello, Matus llevó el caso a tribunales, donde interpuso un recurso de protección por ser víctima de la denominada "violencia sorda". Y la Corte de Apelaciones de Concepción le dio la razón.
"Violencia sorda", una figura legal que pocos conocen
Según 24 Horas, la Quinta Sala del tribunal de alzada estableció que el actuar de la parte aludida constituye "violencia sorda", la que afecta el derecho a la salud y la vida digna de una persona mayor.
El fallo plantea que este concepto alude a aquello que "afecta el descanso, genera estrés y ansiedad, y puede exacerbar condiciones médicas preexistentes en personas de avanzada edad, vulnerando así su derecho a la salud y a una vida digna".
Por ello, se condenó al tutor a adoptar medidas para cambiar la conducta del can, obligándola incluso a aplicar aislamiento acústico.
La versión de la dueña: "Ella agrede a mi perro y él reacciona"
Julia Williams, madre de dos hijos de 15 y 11 años y del canino "Rocko", contó su versión de los hechos a Las Últimas Noticias, donde acusó que la situación es "insólita" y que "las cosas no son" como plantea su vecina.
"Rocko es un schnauzer, es (de tamaño) mediano y es un perro que está en la casa, vive con nosotros dentro. Los problemas (con la vecina) empezaron como a mitad de año, pero no pasó nada puntual hasta que empezó a decirme que le molestaban los ladridos y que me iba a demandar para que sacaran a mi perro", relató.
Williams afirmó que "Rocko" no está estresado y que "tiene de todo: sus atenciones al día, sus vacunas y su veterinario. No está descuidado; esto (el problema) es únicamente porque ella (la vecina) es la que agrede a mi perro y él reacciona", aseguró.
"Ella usa un dispositivo ultrasonido para ahuyentar perros y, cuando Rocko lo ve, se altera más. Tambvién tiene una manguera para el lado de mi casa, abre la llave y le tiran agua y piedras junto con su pareja. Así que agresión total", acusó.
La mujer señaló que apelará el fallo. El plazo para hacerlo vence el lunes.
Rumores de conflictos de interés y eventual trabajo desde la Municipalidad
Tanto en el vecindario como en el municipio de Hualpén se levantó un debate sobre esta vistosa resolución judicial. Según una residente del barrio implicado, detrás del problema radica un presunto "conflicto de antes" entre las partes involucradas.
"Cada uno es responsable de sus animales, pero el tema acá es que es una población antigua con vecinos que vienen con conflictos de antes, no a los animales de ahora", dijo a Cooperativa.
"Son los conflictos de intereses que hay entre ellos desde antes. No es que sea por los animales porque, si uno ve, no hay ningún animal en la calle. Y si obviamente los perritos ladran, es porque son animales; tienen que ladrar", añadió.
"El tema son los ruidos, pero si uno tiene un animal, obviamente van a ladrar si hay gente que pasa. Es como algo lógico y es parte de vivir con un animal, (hay que) convivir en comunidad", añadió.
Alcalde: "Tendremos que ver"
El fallo también implica un desafío a nivel de distribución y construcción habitacional, según plantea el alcalde de Hualpén, Miguel Rivera: "(La decisión) es bien inédita, en la cual nosotros no tenemos una expertise".
"Conversando con los profesionales pertinentes y analizando el tema, lo que se solicita es que haya una especie de aislación que no permita que la mascota, en este caso, genere esta complicación hacia la vecina que hoy día está realizando esta denuncia", afirmó.
"Tendremos que ver con la Dirección de Obras cuál es el proceso que habrá que tener con esta vecina en particular, que tiene que hacer esto que la Corte hoy día está diciendo. Pero también (hay que) hacer un trabajo con la Dirección de Medio Ambiente para poder analizar cuál es el caso de esta mascota, o este perrito, en particular", añadió Rivera.