La compañía no pudo seguir con el convenio judicial que le permitía la continuidad de giro.
En tanto, los trabajadores despedidos presentarán recursos para cobrar sus indemnizaciones.
La tradicional empresa de álbumes y juegos de estrategia Salo se decretó en quiebra producto de una aguda crisis financiera que arrastraba desde hace varios años.
"La compañía está en proceso de cierre, sólo estamos esperando que se declare la quiebra para que sea nombrado el síndico", confirmó el gerente general, Alvaro Jadue.
Los acreedores de la compañía habían aprobado un convenio judicial que redujo sus trabajadores de 200 a 120 operarios, además de reestructurar sus pasivos, que ascendían a más de 5.200 millones de pesos.
"La coleccionabilidad de los álbumes, por la cual la empresa era reconocida, bajó y el mercado no estaba respondiendo como antes. Esperábamos que con el Mundial y las clasificatorias la compañía fuera a resurgir nuevamente, pero no hubo caso", agregó.
Los trabajadores desvinculados, le entregaron un mandato judicial al abogado Leandro Carvallo Rodó, quien la próxima semana interpondrá una demanda ante el Juzgado Previsional y de Cobranza Laboral en contra de la empresa.
"Además de la indemnización por años de servicio, se les debía vacaciones a la generalidad de los trabajadores, se les debía la indemnización sustitutiva por falta de aviso de 30 días, y además, se les debía los 12 días trabajados en el mes de enero", indicó Carvallo.
