En la ceremonia participaron cerca de 3.000 personas, de varias comunidades mapuches.
La prensa no pudo acercarse a menos de 200 metros del lugar.
Con tranquilidad y sin incidentes se realizó el funeral del comunero mapuche abatido por Carabineros Jaime Mendoza Collío, de 24 años, tras la toma del fundo San Sebastián en la comuna de Ercilla, Región de La Araucanía.
En la ceremonia participaron cerca de 3.000 personas, representantes de comunidades mapuches de las regiones del Biobío, La Araucanía, Los Lagos y Los Ríos, que llegaron en 25 buses y en una gran cantidad de vehículos particulares.
A las 15:45 horas de este domingo salió el cortejo fúnebre desde la vivienda del malogrado joven, ubicada al interior de la comunidad Requem Pillan, para recorrer los tres kilómetros necesarios para llegar al cementerio.
En ningún momento se permitió el acceso a la prensa, por lo que los periodistas debieron mantener una distancia de 200 a 300 metros. Jóvenes con palines o lanzas custodiaron que los medios se mantuvieran alejados.
El cortejo fue antecededlo por unos 10 jienetes, quienes iban abriendo paso mientras la comitiva se desplazaba hasta el cementerio en medio de gritos de "10 veces venceremos", el sonido del kul kul, trutrucas y pifilcas y gritos de rechazo por la muerte del joven.
Al finalizar la ceremonia, quienes custodiaban que la prensa no se acercara dijeron que no garantizaban la seguridad cuando terminara el acto, por lo que se conminó a los medios a salir del sector.
La tranquilidad con que se desarrolló la ceremonia contrastó con los funerales de otros comuneros mapuches asesinados, como Alex Lemún y Matías Catrileo, en los cuales había encapuchados y gente con escopetas.
