La idea del conjunto de economistas es que el Banco Central enfrente de esta manera la tendencia al alza de los precios, en especial de la electricidad, que podría aumentar hasta en 12 por ciento en noviembre.
El Grupo de Política Monetaria (GPM) recomendó al Banco Central mantenga la tasa de interés en el 5,25 por ciento actual, aunque continuando con un ajuste gradual que, a fin de 2006, la lleve a 5,75 por ciento.
En voto de mayoría, el GPM afirmó que "para asegurar que la inflación se mantenga en el mediano plazo en torno al centro del rango meta (tres por ciento), dicho proceso de ajuste debería continuar hasta llevar dicha tasa de interés al rango en torno al 5,75% hacia fines del presente año".
Para los miembros Franco Parisi y Angel Cabrera, se debe mantener la actual tasa debido al alta probabilidad de que el gasto fiscal experimente un fuerte incremento real durante el próximo año, reforzando las presiones inflacionarias generadas por una demanda privada que continúa creciendo por sobre el producto.
A esto se suma que persisten alzas en el precio del petróleo, que ronda los 72 dólares por barril, y la estabilización del tipo de cambio en los actuales niveles, que aumentan ligeramente inflación durante los últimos meses, en un fenómeno que definen como "inflación importada".
El GPM señala además que las restricciones en los envíos y el alza de las tarifas del gas argentino también generarán problemas en los costos y cantidad en la oferta de algunos productos.
Parisi incluso apunta a que el sector eléctrico se vería fuertemente afectado, incluyendo un alza en los costos para los clientes: "Todas esas transferencias vana ser en las cuentas, que viene una modificación en noviembre de este año para los consumidores. Deberíamos estar observando un incremento en las cuentas de entre un ocho y un 12 por ciento, dependiendo qué va a pasar con el dólar".
Sin embargo, confía en la intervención de las autoridades. "Yo estimo que tanto en noviembre como en diciembre el dólar va a caer fuertemente por presiones de la autoridad para que no tenga un incremento tan fuerte en las tarifas eléctricas", aseveró Parisi.
Finalmente, existe una clara tendencia primaria alcista en la inflación y la inflación subyacente que difícilmente se puede revertir por sí sola.
Para el especialista Angel Cabrera, miembro del GPM, toda esta desaceleración generalizada de la economía se explica por factores, como la menor expansión en la inversión y en las ventas del sector inmobiliario, además del shock en el sector minero provocado por el derrumbe en la mina Chuquicamata y la huelga en Escondida.
A esto se suman mermas en las capturas pesqueras y problemas en el sector hortofrutícola.
Tomando en cuenta todos estos factores hacen pensar al GMP que, además, el crecimiento de la economía estará por debajo del rango de cinco y 5,5 por ciento de las proyecciones oficiales.
En voto de minoría, Luis Felipe Lagos sugiere un alza de un cuarto de punto porcentual hasta el 5,5 por ciento. "La economía se está desacelerando, pero no con una trayectoria declinante en la tasa de inflación; por lo tanto, en alguna medida hay un compromiso, lo que el Banco Central tiene que priorizar es su objetivo que es la tasa de inflación", argumentó.
Para Luis Felipe Lagos, la desaceleración que vive la economía de acuerdo al análisis del GPM se debe al mal manejo de la política económica del actual gobierno. (Cooperativa.cl)
