La organización es fundamental para mantener finanzas saludables

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Autor: Cooperativa.cl

Depender de las tarjetas de crédito para llegar a fin de mes o vivir de sueldo en sueldo sin ahorros para emergencias, son signos de que es tiempo de revisar las finanzas.

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Cuando la economía doméstica es saludable, funciona bien y sin dificultades, generalmente su estado pasa inadvertido, a diferencia de cuando muestra signos de enfermedad, donde el tema financiero comienza a ser incómodo, cualquier cambio repercute a fondo en el hogar y pasa a tener un papel protagónico en el desarrollo de la vida diaria.

 

En tiempos económicamente inciertos, es necesario tomar medidas para hacer menos vulnerables las finanzas familiares, por lo que un primer paso es establecer cual es el "estado de salud" de éstas para planificar una estrategia para sanar al paciente.

 

Estados saludables

 

De acuerdo al sitio Moolanomy.com, es posible identificar cinco "estados de salud" económicos: la libertad financiera, la construcción de riqueza, la capacidad de ahorro, vivir de sueldo en sueldo y finalmente, el espiral de dudas.

 

En la primera categoría, están las personas que ya no tienen necesidad de trabajar regularmente o bajo el mando de alguien más para conseguir dinero. En general, en este estado se encuentran las personas que han trabajado durante bastante tiempo para llegar a este punto donde sus ingresos vienen principalmente de sus inversiones, por lo que las precauciones que debieran tomar principalmente responden a no gastar más allá de lo que poseen ni tomar riesgos financieros innecesarios.

 

En el estado de construcción de riqueza, se encuentran las personas que han logrado mantener sus gastos bajo control y han conseguido un ingreso alternativo mediante el ahorro y la inversión, por lo que su tarea es seguir con el orden financiero e ir cambiando los ingresos activos por pasivos, para alcanzar la libertad financiera.

 

La categoría de "capacidad de ahorro" representa la mitad de la clasificación, es decir implica que los ingresos son mayores que los gastos, existen algunas deudas a cancelar mensualmente y queda algún dinero para ahorrar. Este ‘estado de salud’ financiero es bastante bueno, ya que existe una planificación económica que ayuda a mantener una situación cómoda y contribuye a construir riqueza mediante los ahorros.

 

Es fundamental mantener ese orden para evitar caer en deudas más importantes o perder el horizonte financiero.

 

Estados delicados

 

Por otra parte, vivir de sueldo en sueldo, si bien implica que generalmente la persona cumple con sus obligaciones financieras, significa caminar en la cuerda floja mensualmente, ya que cualquier emergencia, variación en las tasas de interés o alza en los precios implica una pequeña debacle económica.

 

Considerando que el escenario financiero no es rígido, sino que tiende a las variaciones, las opciones de una persona que se encuentra en esta categoría son planificar mejor, establecer un plan de ahorro, especialmente en los gastos diarios, comenzar a vivir más austeramente y comenzar a explorar ideas para tener un ingreso alternativo que le permita sortear mejor los cambios del mercado y ahorrar para enfrentar emergencias.

 

Quienes viven de sueldo en sueldo, no pueden hacer frente a las variaciones de la economía y no toman medidas a tiempo para cambiar su situación, están en riesgo de caer en la quinta categoría: el espiral de deudas.

 

Las personas que han caído en esta categoría es porque gastan más de lo que ganan y han optado por voluntad o necesidad, por solicitar préstamos, créditos de consumo o la utilización de dinero plástico para poder realizar sus pagos, a riesgo de aumentarlos aún más sus deudas con intereses y multas. Este es un estado bastante grave, pro lo que para salir de él es necesario tomar medidas drásticas de reducción de gastos, ajustar los hábitos, intentar la consolidación de deudas y generar nuevas fuentes de ingreso.

 

Medidas para mantener la salud financiera

 

Según el sitio Balance Pro, existen varias medidas que contribuyen a mantener una economía familiar saludable, como por ejemplo preocuparse por saber dónde va el dinero que se gasta e identificar los gastos innecesarios que pueden ser eliminados.

 

Por otra parte, es fundamental ahorrar para enfrentar mejor cualquier crisis o variación económica importante, por lo que mantener un monto equivalente a tres o más meses de gastos familiares es una medida fundamental para no ser totalmente vulnerable a los cambios financieros.

 

Comprometerse junto a los otros miembros de la familia a gastar de acuerdo a los medios que se tienen y realizar un presupuesto, es primordial, ya que de ese modo se evita confundir la tarjeta o la línea de crédito con un ingreso extra que se puede utilizar para cualquier capricho que exceda los límites del presupuesto.

 

Despreocuparse de la impresión de otros sobre el estilo de vida propio, aparte de ser bastante liberador, es un camino para ahorrar en gastos que son superfluos y que sólo responden a la inseguridad frente a lo que otros vayan a pensar. Entender que no es indispensable cambiar el auto una vez al año, salir a comer todas las noches o comprar determinadas marcas, es fundamental para obtener una situación financiera más segura, priorizando los gastos que son más importantes.

 

Finalmente, es primordial comprender y convencerse que realizar estos cambios no significa ser tacaño sino que implica estar preocupado por mantener el bienestar familiar en el mediano y largo plazo. (Cooperativa.cl)

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