Los compradores no sólo se fijan en el precio de una vivienda, existen muchos detalles que pueden significar el éxito o el fracaso de una transacción.
Vender rápido y al mejor precio es lo ideal al momento de ofrecer una propiedad en el mercado, y para lograrlo es importante ponerse en el lugar del comprador y considerar algunos detalles que, ante sus ojos, harán la diferencia entre comprar esa casa o cualquier otra.
Publicar el aviso
Al momento de poner el aviso de venta es trascendental entregar datos verdaderos sobre la propiedad y siempre indicar si esta tiene acceso a estacionamiento y bodega.
En caso de publicar el anuncio en un portal de internet, es una ventaja contar con buenas imágenes de la vivienda, idealmente del exterior y de algunos detalles interiores, ya que estas le dan al comprador una idea previa.
En ambos casos, es fundamental cerciorarse de que la información de contacto sea correcta y en lo posible, se pueda acceder a esa persona en diversos horarios.
La primera impresión
Una casa comienza a venderse desde el exterior. La idea no es reconstruir la vivienda completa pero sí preocuparse de mejorar su aspecto, por ende, es importante revisar el estado de la fachada y de la puerta, pintar donde sea necesario, cortar el pasto y arreglar un poco el jardín para dar una buena primera impresión.
Una vez dentro de la casa, la limpieza es fundamental.
Una casa limpia, libre de basura, sin malos olores y luminosa entrega al comprador una mejor experiencia que una propiedad más grande pero oscura y sucia.
El sitio español Garu.es aconseja dedicar especial cuidado al aseo de baños, cocina y dormitorio principal, ya que los compradores tienden a fijarse especialmente en esas áreas.
Si la casa se venderá con cocina o refrigerador incluidos, la limpieza de estos es imprescindible, porque un horno grasoso o con sartenes aceitosos en su interior da la impresión de falta de preocupación y hace a los potenciales compradores preguntarse qué cosas que no se ven estarán también en esas condiciones.
Espacio y luz
Cuando el comprador va a visitar la casa, lo ideal es que los habitantes de la misma no se encuentren ahí, ya que podría ser una situación incómoda y restringiría la visita.
En caso de tener una mascota, lo más prudente es guardarla o que alguien la saque a pasear, ya que sin importar lo adorable que pueda parecerle a su dueño, no existe seguridad sobre su comportamiento con un extraño.
Lo ideal, de acuerdo al portal Asesor Inmobiliario es que cuando vayan los compradores, la casa esté vacía -de gente, mascotas y muebles- y dentro de lo posible, se visite en un horario en que la casa reciba luz solar para hacerla más acogedora.
Reparaciones
Muchos compradores constatan el funcionamiento de llaves, calefont y lavaplatos, y lo comparan con el estado de los mismos elementos en otras propiedades que han visitado.
Si el arreglo es barato, es mejor realizarlo y vender bien la casa, antes de que este pequeño desperfecto se transforme en la piedra de tope de la transacción.
Un detalle positivo también es ofrecer el contacto de personas o empresas que hayan realizado buenas reparaciones en la casa para la eventualidad de que los nuevos dueños necesitaran realizar algún trabajo en el hogar que acaban de adquirir. (Cooperativa.cl)
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