Las claves para ahorrar sin sacrificar demasiado

Ahorrar no tiene porqué significar pasar todos los fines de semana encerrado en la casa o dejar de juntarse con los amigos porque esas salidas lo obligan a gastar. Si su plan de ahorro incluye cambiar su comportamiento al de un ermitaño, probablemente es tiempo de olvidarlo, ya que ninguna estrategia que requiera tanto sacrificio puede mantenerse a largo plazo.

Para juntar dinero efectivamente, es primordial  identificar las áreas en las que es posible recortar más gastos sin impactar negativamente en las condiciones de vida del hogar.

De acuerdo al sitio Gomestic.com, existen  algunas áreas que ofrecen una variedad de opciones más amplias para ahorrar, por lo que es más fácil ahorrar partiendo por ellas.

En primer lugar, están las compras del supermercado, en las que es fácil ahorrar ya sea haciendo una lista, utilizando descuentos, prefiriendo marcas propias por sobre las tradicionales o rebajando la periodicidad con que se realizan las adquisiciones para evitar así las instancias para comprar productos innecesarios.

Si posee un automóvil y necesita ahorrar, puede comenzar por organizar mejor sus recorridos, mantener en buenas condiciones el vehículo, sólo utilizarlo para tramos largos y realizar turnos con sus colegas de oficina para que cada uno recoja al resto un día de la semana.

También es posible reducir gastos en los ítems de indumentaria, ya sea comprando en outlets, aprovechando las liquidaciones o revisando las tiendas de ropa de marca de segunda selección, donde es posible encontrar prendas de buena calidad a precios convenientes.

Finalmente, otra alternativa simple para ahorrar es controlar las cuentas de los servicios del hogar, con medidas tan sencillas como apagar la luz, la televisión o la pantalla del computador cuando no se vayan a usar; preferir la ducha por sobre los baños de tina; hacer una lavaza para lavar los platos en vez de dejar el agua corriendo; sólo encender el horno cuando sea necesario y, dentro de lo posible, no precalentar, cambiar las mantas eléctricas por los clásicos ‘guateros' y consultar la conveniencia de contratar un pack de servicios, como internet, telefonía y televisión por cable  en vez de pagar por ellos individualmente.

Con estos pequeños ahorros, es posible bajar los gastos de la casa y, al mismo tiempo, darse algunos gustos de vez en cuando.