Las tácticas para mejorar el equilibrio entre trabajo y vida personal

Trabajar para vivir o vivir para trabajar es un dilema constante en la sociedad actual, en la que el tiempo se hace escaso tanto para cumplir con la carga laboral como para disfrutar del tiempo en familia. Para resolver esta disyuntiva, es clave aprender a mejorar el equilibrio entre estos ámbitos y establecer límites para permitir un desarrollo armónico de ambos aspectos.

Una buena medida es plantearse como objetivo dejar la oficina a la hora de salida y comprometerse con ello, lo que permite estar más concentrado durante el día y esforzarse por no atrasar tareas. Un buen modo de cumplir con esta meta es terminar todas las labores 45 minutos antes del ‘tiempo reglamentario' de modo que quede una pequeña ventana que puede ser usada para  terminar tareas que resultaron más complejas, responder e-mails, avanzar en algunos temas o planificar la rutina laboral del día siguiente.

Además, reducir el tiempo que desperdicia con distracciones es fundamental para hacer más productivas sus horas laborales y así evitar la sobrecarga por tareas pendientes. Una buena opción es, en vez de desempeñarse a media máquina durante toda la mañana, concentrarse en un trabajo hasta terminarlo y, una vez que eso suceda, tomar un pequeño descanso, de modo que ambas actividades resulten más provechosas.

Por otra parte,  lograr equilibrar bien la vida laboral con la personal, es primordial organizarse, facilitar el acceso a documentos de uso frecuente, utilizar agenda, calendario y alertas de celular para recordar compromisos importantes, realizar una lista jerarquizada de actividades a realizar durante el día y evitar dejar tareas pendientes o llevarlas a la casa, salvo que sea estrictamente necesario.

El sitio TheSimpleDollar, recomienda  restablecer la barrera entre trabajo y casa cortando las comunicaciones laborales durante el tiempo personal. Si bien, esta es una medida ideal, en  pocos empleos es posible llevarla a cabo totalmente, por lo que una buena opción es fijarse un número máximo de veces en que revisará el correo electrónico corporativo desde su casa y fijar horarios y condiciones para las llamadas por celular, es decir establecer por ejemplo, que no lo llamen el domingo en la mañana salvo que ocurra alguna debacle de proporciones. De este modo, podrá gozar de su libertad sin sentirse responsable posteriormente por cualquier situación problemática que se haya producido a raíz de una desconexión total.

Involucrarse en actividades que sean verdaderamente satisfactorias durante el tiempo libre, como un deporte, clases, manualidades, voluntariado o algún pasatiempo,  también contribuye a que este sea más significativo y satisfactorio, en vez de transformarse en un período vacío que transcurre frente al televisor.  El sitio Business Week  por su parte, indica que  es importante dedicar momentos a concentrarse en uno mismo y en aquellos aspectos que no ha tenido tiempo de cuidar, ya sea porque está trabajando o está pendiente de la familia, ya que incluir estos pequeños bloques dentro de la rutina ayuda no sentirse postergado y a la larga, frustrado.

Finalmente, para equilibrar mejor la balanza entre trabajo y vida personal, es importante rendir bien, pero no presionarse demasiado ni de manera constante, ya que si bien en el momento puede producir bueno resultados, las consecuencias que esta costumbre en el largo plazo pueden ser desastrosas. Reenfocar las metas laborales para desempeñarse bien sin sacrificar demasiado, dormir las horas adecuadas, comer de manera saludable y tomar vacaciones aunque sea para pasar tiempo en la casa, son actividades que contribuyen a evitar sentirse alienado por el empleo,  ayudan a rendir mejor y permiten tener una perspectiva más realista del trabajo que se desarrolla y las expectativas respecto a el.