Los vehículos son productos que se devalúan desde el minuto en que se adquieren, pero existen maneras sencillas para lograr maximizar esta inversión.
Comprar bencina, pagar seguro, cancelar permiso de circulación y realizar reparaciones son algunos de los gastos que implica tener un automóvil. Además, los vehículos comienzan a devaluarse con cada tramo que andan, desde el momento en que su dueño lo saca de la compraventa, pero existen modos sencillos para hacer más lento este proceso y optimizar la inversión.
Adquirir modelos conocidos por su confiabilidad y por ser eficientes en el gasto de combustible es un buen comienzo, ya que de este modo es posible minimizar las visitas al mecánico y, por otra parte, evitar que el auto se transforme en un golpe al presupuesto mensual.
Además, es bueno no escatimar en esfuerzos al comprar el vehículo, es decir probarlo, llevar a un mecánico para que lo revise y chequear cuales son los artículos extra que son necesario y cuales sólo significarán un gasto más.
Mantención y limpieza
De acuerdo al sitio The Simple Dollar mantener el auto limpio tanto por fuera como por dentro ayuda a mantenerlo en mejores condiciones, así como a darse cuenta a tiempo de cualquier ajuste que necesite en cuanto a tapiz, alfombra, tablero, etcétera.
Además es importante realizar las mantenciones periódicas sugeridas por el fabricante en el manual que viene con el vehículo. Ese libro que generalmente sólo está guardando polvo dentro de la guantera, contiene las claves para que el auto tenga el mejor rendimiento, por lo que es conveniente leerlo y además, conservar el registro de las mantenciones que ha tenido el vehículo, con su fecha y las reparaciones que se realizaron.
Estas pequeñas revisiones ayudan a mantener el automóvil funcionando con todas su capacidades y previenen el tener que incurrir en gastos por grandes reparaciones.
El límite de velocidad
Manejar dentro de los límites de velocidad permitidos por la ley ayuda a extender la vida del automóvil ya que reduce la presión que se le impone al motor y a los neumáticos y ayuda a ahorrar bencina. Además contribuye a disminuir los riesgos de accidentes, los que generalmente llevan a gastos de reparaciones, alzas en las pólizas de seguro y la depreciación del vehículo. (Cooperativa.cl)
