Luis Gnecco y "Aquí no ha pasado nada": Es una reflexión muy atractiva sobre el Chile de hoy

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Autor: Cooperativa.cl

El actor habló del potencial de "Aquí no ha pasado nada", de Alejandro Fernández Almendras.

A su vez valoró que "Neruda" haya conseguido distribución en EE.UU. y lamentó la recepción de la crítica en Chile.

Luis Gnecco y
Llévatelo:

Inspirada en el Caso de Martín Larraín ocurrido en 2013, "Aquí no ha pasado nada" no es un registro documental o reflejo inequívoco de la realidad, como quizás algunos esperan que sea. Es más bien una "construcción artística" con ideas que remiten al procedimiento judicial, que invita a reflexionar sobre una sociedad en la que "todos se miran el ombligo", despreocupados de lo que pueda afectar a los demás.

Ese es a grandes rasgos el planteamiento que hace Luis Gnecco, al hablar de la nueva película de Alejandro Fernández Almedras ("Matar a un hombre", 2014), en la que el actor interpreta al abogado del verdadero culpable del atropello.

Narrada desde la perspectiva de un joven a quien todos apuntan como el supuesto culpable del delito y el calvario social que debe enfrentar en medio de una clase privilegiada, "Aquí no ha pasado nada", según Gnecco, habla "mucho más de una sociedad aburrida, fragmentada, donde se ha instalado una sensación de que todo da lo mismo".

Sus perspectivas sobre el potencial de esta entrega, que llega este jueves a las salas chilenas, e incluso algo de las reacciones que está generando su anterior proyecto cinematográfico "Neruda", las amplió en la siguiente conversación con Cooperativa.

  • ¿Qué los llevó a comprometerse con este proyecto: la rabia, el descontento o la necesidad de hacer visible un tema tan sospechosamente polémico?

Ojalá todas las películas te llevaran a repensar la realidad. Ahora esta película, no es una descripción de la realidad. Es una ficción, una construcción artística sobre un hecho real. De manera que cualquier persona que pueda imaginar que esto es una especie de denuncia de lo bueno o malo que fue Carlos Larraín en su minuto, está equivocado. Pensar algo así sería tener por alguien muy torpe al director o al guionista. La realidad en Chile se puede tratar, y afortunadamente se está haciendo así, de manera inteligente. Los creativos son personas inteligentes que logran bypassear la realidad de una manera luminosa o polémica, pero aparentemente el público o la prensa, por las preguntas que nos hacen, espera casi que sea una cosa documental. El cine chileno ya maduró y está lejos de hacer documentos. Hay que diferenciar los géneros. Hacer documento o tratar la realidad de esa manera es algo meramente periodístico y creo que el periodismo ya se hizo cargo cuando tenía que hacerlo con el Caso Larraín. Lo que viene ahora es una elaboración artística, que es lo que creo hace esta película.

Contundencia del guión

  • Sin desmerecer los papeles que has hecho en otras oportunidades, has logrado retratos de villanos particularmente atractivos en el último tiempo ("Mario Moreno" en "Prófugos", "Fernando Karadima" en "El bosque de Karadima", "La cucaracha" en "Narcos") y ahora un abogado que bien podría describirse de esa manera ¿estás escogiendo con pinzas los roles del lado del mal?

No. Pero hay que considerar que el lado del mal siempre es atractivo en términos de guión, es más complejo. Ahora, la gente que espera ir a ver la película y que aparezca una especie de actor como Kramer disfrazado de Carlos Larraín, está equivocada. El único malo que aparece en la película soy yo y que soy el abogado de la familia del chico que comete el atropello y de malo no tiene nada. Eso te habla del valor de la película, porque yo lo veo como un tipo más bien amable...

  • Pero ahí también está la gracia del personaje, te da a través de un par de metáforas el giro crucial de la historia y a la vez es la única cara visible de un mal que está latente, de una presencia...

Eso te habla de la contundencia del guión. Si el malo hubiese sido el malo como en 'El Chavo del 8', se hace todo muy poco atractivo. Esta película no habla ni sobre el bien, ni sobre el mal. Ni sobre la falta de justicia. Habla sobre otra cosa muy importante e infinitamente más delicada, que es como la anomia de la sociedad, un punto en el que se llega a una especie de abulia generalizada, que se instala una ausencia de moralidad, donde la ecuación de la Justicia se hace más larga, más compleja. Habla mucho más de una sociedad aburrida, fragmentada, donde se ha instalado una sensación de que todo da lo mismo. Es una reflexión muy atractiva sobre el Chile de hoy. No sólo de la juventud, sino que también en los padres de los chicos que están ahí y cuyo gran conflicto sobre lo que hicieron es si les van a prohibir manejar por uno o dos años.

  • Hay una ausencia de los padres también, salvo por el padrastro del protagonista...

No están los padres y no está el resto de la sociedad. Es una película donde todos se miran el ombligo. Viven la vida como si no existiera nadie más, que es uno de los problemas de nuestra sociedad. Desde el comportamiento cívico de las personas, que manejan como si estuvieran solos en la calle. La gente se comporta como si no estuviera inserta en un grupo social. La impunidad de la que nos quejamos es una cosa que nosotros mismos estamos construyendo.

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Cariñito desde fuera

  • Aprovechando la oportunidad, ¿Cómo ves el hecho de que "Neruda" tenga posibilidades de postular a más de un Oscar, a propósito de que la distribuidora The Orchard adquirió los derechos y ya tiene un plan de distribución en Estados Unidos?

Lo veo fantástico. Ha sido bastante curiosa la recepción que la película ha tenido en términos de crítica en Chile, que sólo te habla de la ceguera de los críticos chilenos. No te lo digo porque esta película sea una especie de obra maestra incriticable (sic). Hoy revisaba los press reviews, todo lo que se publicó, después de que la película se presentó en Cannes y te juro que es estar en dos países muy distintos. La forma en que la crítica recibió esta película allá fue con respeto, porque están frente a un cineasta que aparentemente es muy respetado y que sólo tiene futuro en el mundo, como Pablo Larraín. Pero aquí primero que nada pretendieron ver que esto es la vida de Pablo Neruda, que esta es una película que se circunscribe en tal o cual género; de verdad con una ceguera, una chatura (sic), una exigencia sin límites que sólo nos permitimos los chilenos.

Eso nos hace pensar por qué es tan difícil hacer las cosas en este país. Por qué cualquier intento, cualquier genialidad, es rápidamente aplacada por cierta amargura ambiental. Los críticos son especialmente amargos, aparentemente son personas un poco frustradas, pero me llama la atención lo que sucede en Chile y que afuera una compañía como The Orchard, subsidiaria de la Sony, y la crítica en general de medios importantísimos de Estados Unidos y Europa, sólo hablan de lo genial que es esta película. Y esta compañía está dispuesta a hacer todos sus esfuerzos para hacer que pueda no sólo competir por el Oscar a Película Extranjera, sino que por un premio en distintas categorías, desde técnicas hasta actorales, hasta están dispuestos a postular a Gael como Mejor Actor.

Es una sorpresa por supuesto agradable, bienvenida, que te hace sentir que el trabajo está bien realizado y va bien encaminado. Curiosamente el cariñito viene desde afuera y no desde dentro.

  • ¿No te indigna ver estos dos países tan diferentes?

Vivir en Chile es vivir un poco indignado, ¿no crees tú? Yo estaba preparado un poco para esto. Sabía que esto iba a pasar.

  • Justamento eso, ¿no te molesta el "estar preparado" para que haya este tipo de recepción en Chile?

Te lo voy a resumir así: tengo 53 años, ya perdí la inocencia hace rato. Honestamente, no espero nada. Hago mi trabajo y lo hago de la mejor manera, con las personas que creo son las correctas. Trato de que aporte para mí y estar contento, feliz. Pero si estoy esperando validarme en la recepción de la crítica... Por ahí no va la cosa.

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