Andrés Calamaro publicó emotiva carta a Cerati

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Autor: Cooperativa.cl

"Gustavo nunca estaba solo, pero era un solitario porque el arte se lleva nuestra vida mientras vivimos", escribió Calamaro.

Andrés Calamaro publicó emotiva carta a Cerati
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Calamaro y Cerati cantaron juntos en "Argentina abraza a Chile".

Llévatelo:

La muerte de Gustavo Cerati causó un profundo pesar en sus fanáticos, pero también en el mundo de la música. 

Varios fueron los artistas que expresaron sus condolencias a través de redes sociales y que también se hicieron presente en los funerales del artista.

Andrés Calamaro fue uno de los que se mostró más afectados por la pérdida del ex Soda Stereo. Además de las palabras que tuvo para Cerati durante la entrega de los Premios Gardel, este sábado publicó a través de su blog una sentida carta que ha emocionado a sus miles de fanáticos. 

La Carta

"La mayoría de los artistas coquetean con la fantasía de una despedida con música, alegría, risas y emociones ...

En el fondo nadie quiere pensar en eso, tampoco los artistas; algunos se atreven a decirlo, como la -tan especial- dama Joan Rivers ... Otros viven la vida que quieren y se les despide con la emoción que cosecharon ... Seguramente sea el caso de Joan Rivers y de nuestro querido compañero y amigo : Gustavo Cerati.

Conocí a Gustavo hace mucho tiempo, mucho tiempo atrás ... Entonces Soda Stereo no era ni siquiera una semilla del gigante grupo conquistador de América. Para decirlo en términos futboleros (pero precisos): Libertadores de América.

Pues si, el rock representa eso ... ilumina el camino del pueblo hacia la libertad, acompaña a los hombres y las mujeres a soportar la soledad, a bailar la alegría, a superar la tristeza o evocarla.

El rock y la música, toda la música que es una sola.

Es importante que la legislatura de Buenos Aires y la familia (de Gustavo) hayan ofrecido al pueblo la oportunidad de despedirse solemnemente del artista porteño.
Asimismo, es imponente que el gobierno nacional haya decretado dos días de luto, honrando el recuerdo de un músico de rock.

El destino quiso que la vida de Gustavito terminara de apagarse el día en que sus compañeros reunidos celebraban los más destacados trabajos musicales del período trece - catorce. La ceremonia de los Premios Gardel y el oro que premia al álbum del año, un premio que no existía en los años grandes de Soda Stereo, pero que Cerati ganó dos veces. El conglomerado de músicos, ejecutivos, artistas y laburantes, también conocido como industria (del arte de grabar discos) le dio mucho a Gustavo Cerati y el intercambio fue recíproco y beneficioso para ambos. Anoche, el Rex se puso de pie para aplaudir el tránsito celestial de uno de los más respetados, queridos y admirados actores del universo musical argentino.

Fui muchas veces al teatro Gran Rex que es un templo del arte. Cuando recibí el premio al álbum dorado por "La Lengua Popular" fue Gustavo el primero que se levantó de su asiento para abrazarme y compartir nuestra medida -tímida- alegría.
Después fuimos juntos a cenar al Edelweiss y conversamos.

Le quise preguntar por la polémica que persigue al himen del rock auténtico en la paradoja con el éxito y eso que algunos llaman pop, palabra que nos remite directamente a Andy Warhol ... No hace falta recordar que Gustavo fue uno de nuestros más talentosos músicos de rock, muchas veces "víctima" de las pasiones inoportunas que enfrentan artistas o estilos como si fueran guerras uterinas o el juego de las guerra que interpretan las hinchadas rivales en el fútbol. Gustavo sabiamente y con gran elegancia, me dijo que: "cuando empezamos (cuando los discos eran negros y se canjeaban en el Parque Rivadavia, cuando estábamos en los recitales con la policía esperando afuera con palos y más cosas, muchas -sí- agradables de recordar) todo era rock ... ". Cuanta razón, pensé entonces. Grupos alemanes armados de sintetizadores eran rock, los sonidos progresivos y sinfónicos eran rock (incluso tocados con flauta traversa y en un solo pie), había rock con charango y bandoneón y mucha búsqueda que (fiel a si misma) se permitía todo.

Es imposible recordar cada encuentro con Gustavo y los Soda, con su gente amiga y compañera, aquellos que trabajaron y giraron con ellos, testigos de semejante campaña de gloria.

Es imposible, pero recuerdo cada diálogo que compartimos con Gustavo, momentos de intimidad y también tiempos de distancia, sin acritud ni desacuerdo; la distancia que los varones respetamos porque la vida nos trae y nos lleva, incluso a veces a cercanos países lejanos.

Nos encontramos -finalmente- para cantarle al hermano país Chile, sacudido por un terremoto ...

Adiviné que León tendría muchos invitados y mil cosas, Los Cadillacs no tenían ensayos pautados, pero Gustavo me contestó que sí, que encantado, que pensaba ensayar para aquel evento que, destino trágico, acabó siendo la ultima vez que Gustavo Cerati haya cantado en Buenos Aires. Nos encontramos en una sala de ensayo, fue un encuentro entrañable con este gran artista que hoy evocamos. Y también con mis queridos Fernando y Richard. Escuché el ensayo al lado de Uriel hasta que me tocó cantar a mí, practicamos "Crimen" y propuse cantar "Trátame Suavemente" porque una sola canción se pasa volando. Porque es una canción hermosa y sabia que escribió Daniel Melero.

Supimos que cantar juntos nos estaba gustando más de lo previsto y que no había nada previsto; imaginamos más cantos juntos, pensamos que podíamos sumarnos en armonías vocales y compartir más recitales que nunca pudimos celebrar; porque Gustavo se fue literalmente de gira y sería la última... Hicimos entonces en mismo trayecto geográfico, yo llegaba a las mismas ciudades para tocar en los mismos sitios pocas semanas después.

En otra oportunidad contaré más anécdotas, es una de mis formas preferidas de interrumpir un ensayo ... (ver más adelante)

Ayer me emocioné profundamente y sentí una gran pena que compartimos muchos, demasiados corazones (delatores) delatando tanta gratitud para este gaucho lindo que fue y siempre será Cerati. La fantasía de Joan Rivers se cumplió anoche en el hermoso Gran Rex (donde canté con Mariano Mores, donde vi a Piazzola, donde saludé a Sandro, donde donde donde ...).

Tantos músicos de tantos palos, de todo nuestro país y del Uruguay, de todos los géneros: Los humildes, los pesados, los triunfadores, los veteranos y algunos de nuestros tesoros musicales. También los profesionales, los ingenieros, los ejecutivos, los asistentes, los productores, los prensa y etcétera; tantos que trabajan con ilusión para que los discos salgan bien y consigan algo importante para la música y para el corazón del pueblo. Todos allí (todos ayer) conocimos a Gustavo, fuimos compañeros y amigos, o admiradores de su obra con Soda Stereo y su obra como solitario artista solista. Gustavo nunca estaba solo, pero era un solitario porque el arte se lleva nuestra vida mientras vivimos y, esta demostrado, a veces no te la quiere dar de vuelta.

Hubo ayer un tremendo respeto en el aire;
respeto, amor, alegría, emoción y gratitud.

Me fundí en hermosos abrazos con Horcas, con Pipi Piazzola, con Abel Pintos, con Rubén Rada, con Ramón Ayala, con Vitico, con Gladys La Bomba, con El Polaco, con Marcelo Mouras, con Osqui Righi, con cada Babasónico, con Horacio Hurtado (que curso conmigo el quinto año y recibió el premio para Manolo Juárez), con Sandra y Petti que manejaron la ceremonia con delicadeza, simpatía, gracia e inteligencia; permitiendo que la emoción llegue sola en el aplauso de pie que saludó el recuerdo de nuestro compañero preferido y el último en abandonar este mundo cruel hasta que la huesuda llame al próximo.

Recibí –decía- mucho respeto y afecto, más de lo que muchos podrían soportar sin temblar de gratitud; y aplaudí con alegría el éxito de todos, porque el éxito se conquista con la ayuda de los que te ayudan, porque a veces premia el talento y otras veces llega por el esfuerzo que hacemos para disimular lo que no tenemos.

En ese mismo teatro donde me aplaudieron tantas veces a mí (con Los Rodriguez y después), los gritos juveniles (los hurras), fueron para Los Tequis, Tan Biónica y para Abel Pintos; que supieron agradecer al público que les esta dando tanto.

Los músicos no tenemos espacio en los periódicos (ni en las radios ni en la tv) para escribir –o decir- lo que nos sale de los soberanos huevos ...

Algunos –si- tenemos la fortuna de cosechar lo que sembramos : admiraciones, el respeto de los pares , amistad. También de encontrar aquellos que abren dispuestos la mano para aceptar lo que les ofrecemos:
A veces es el baile tropical de las caderas del pueblo, a veces una vida entera entregada al canto que despierta conciencia y solidaridad, a veces ritmo y blues, a veces hormonas, a veces distorsiones, a veces melodías o vanguardias de retaguardia.
Siempre damos las gracias, y siempre son totales.
Viva la música!.
Lo dijo el colombiano Andrés Caicedo
y después se quitó la vida.

Este viejo compañero despide a un amigo.
Así ...
Vivirás para siempre en nuestros corazones.
Que encuentres descanso para tu alma, queridísimo Gustavo".

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