El Gobierno de Chile manifestó su preocupación este sábado por las "distintas acciones institucionales" en Guatemala que ponen "en riesgo el proceso de transición del mando" hacia el presidente electo, Bernardo Arévalo de León.
"Nuestro país lideró la declaración del Consejo Permanente de la Organización de los Estados Americanos donde, entre otros contenidos, se llama a las instituciones del Estado de Guatemala a 'respetar y garantizar los derechos civiles y políticos del Pueblo guatemalteco de conformidad con el derecho interno y sus compromisos bajo la Carta Democrática Interamericana' y se señala que 'que el uso del ordenamiento jurídico como una herramienta para intimidar y cambiar indebidamente los resultados electorales no es aceptable'", indicaron mediante un comunicado emitido desde Cancillería.
Por lo anterior, el Gobierno señaló que permanecerá "atento a los próximos acontecimientos y en comunicación permanente con las autoridades y el presidente electo de Guatemala, reiterando su llamado a un proceso de transición fluido que respete la decisión soberana expresada en los comicios del pasado 20 de agosto".
Este viernes se conoció una resolución de la OEA que otorga al secretario general del organismo, Luis Almagro, una mayor autoridad para vigilar el proceso de transición en Guatemala. La iniciativa, impulsada por Antigua y Barbuda, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Estados Unidos y la República Dominicana, fue aprobada por aclamación.
La resolución pide a Almagro, que viajará a Guatemala la semana próxima para supervisar la transición, que se reúna con representantes del Ministerio Público.
"GOLPE DE ESTADO" Y MANIFESTACIONES EN LAS CALLES
Arévalo de León ganó la Presidencia para el periodo 2024-2028 en la segunda vuelta electoral del pasado 20 de agosto con 2,5 millones de votos a su favor y superando por 21 puntos porcentuales a su rival, la exprimera dama Sandra Torres Casanova, de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE).
Pero este lunes, el Registro de Ciudadanos del Tribunal Supremo Electoral de Guatemala suspendió de manera provisional el partido de Arévalo de León. Este dictamen sin precedentes ha creado una situación de incertidumbre y ha hecho que expresen serias preocupaciones varios países de la región.
El miércoles el Congreso de Guatemala acordó no reconocer a la bancada del Movimiento Semilla por orden del juez penal Fredy Orellana, acusado de socavar la justicia y de corrupción por el Departamento de Estado de EE.UU.
Las intenciones por cancelar al partido por parte del Ministerio Público se iniciaron el 12 de julio, después de que Arévalo sorpresivamente se colara a la segunda vuelta en las elecciones del 20 de junio, y han sido catalogadas como "ilegales" por diversos expertos y analistas, además del mismo excandidato.
Desde entonces, la Fiscalía ha allanado la sede del Movimiento Semilla y también el Tribunal Supremo Electoral, por un supuesto caso de firmas falsas en 2018 durante la fundación del partido.
Este viernes Arévalo de León aseguró que el país centroamericano vive en la actualidad un "golpe de Estado", orquestado con el objetivo de evitar su investidura y la de su partido político, prevista para el próximo 14 de enero, apuntando a la fiscal general, Consuelo Porras.
Arévalo de León explicó que "el grupo de políticos y funcionarios corruptos, que se niegan a aceptar este resultado, han puesto en marcha un plan para romper el orden constitucional y violentar la democracia", lo que se está "llevando a cabo paso a paso, mediante acciones espurias, ilegítimas, e ilegales, en distintas instancias, cuyo objetivo es impedir la toma de posesión de las autoridades electas", e hizo un llamado a toda la población "a unir fuerzas en defensa de la democracia".
Por otro lado, esta jornada alrededor de 4.000 guatemaltecos se manifestaron en la plaza central de Guatemala frente al Palacio Nacional de la Cultura, sede del Gobierno que preside Alejandro Giammattei. Al grito de "fuera golpistas", la mayoría de consignas por parte de los manifestantes pidieron por la renuncia de la fiscal general.
