La situación amenaza derechos humanos fundamentales como la vida, la libertad de expresión y de manifestación, según un reporte de diversas organizaciones de la región.
Mencionando a Nicaragua, ven que "la gestión gubernamental se caracteriza por el aumento del militarismo, la intolerancia política y la usurpación de otros poderes del Estado".
También advierten sobre la libertad de prensa, la criminalidad, la corrupción vinculada a la cultura de la impunidad, y la violencia hacia la mujer, la población LGTBI y la indígena.