Roxana Baldetti está supuestamente vinculada con el caso "La Línea", en el que ya han sido detenidas 27 personas.
Dimisión debe ser aprobada por el Congreso, que debe evaluar la autenticidad de la carta de renuncia.
Baldetti asegura en su misiva que el Ministerio Público y la Cicig han reiterado que no hay pruebas en su contra.
La vicepresidenta de Guatemala, Roxana Baldetti, dimitió al cargo para colaborar en la investigación y "eliminar toda sospecha" de su supuesta relación con una trama de corrupción que ha sacudido al Gobierno de ese país.
La carta de renuncia fue difundida por medios locales después de que presidente de Guatemala, Otto Pérez Molina, anunciara públicamente la decisión de la vicepresidenta.
La salida de Baldetti es consecuencia de la presión popular de varios sectores nacionales surgida tras la desarticulación, el pasado 16 de abril, de una red criminal que operaba dentro de la oficina recaudadora de impuestos y que según las autoridades era liderada por Juan Carlos Monzón, entonces secretario privado de la alta funcionaria.
Baldetti se encontraba en Corea del Sur junto con Monzón cuando la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (Cicig) y el Ministerio Público destaparon la red criminal, pero el entonces secretario no regresó al país y es buscado por autoridades locales y la Interpol.
En la misiva difundida por los medios guatemaltecos, Baldetti dice que el objetivo de su renuncia es despojarse de la inmunidad que la ley le confiere para "colaborar con todas las investigaciones que conlleven a dar con los responsables".
"Me aparto del cargo como una muestra de mi voluntad para que se esclarezcan los hechos, para eliminar toda sospecha de mi presunta interferencia en el proceso de investigación y, sobre todo, me pongo a disposición de los órganos de justicia para que se me investigue", sostiene el documento, que fue entregado al Congreso para que evalúe su autenticidad y posteriormente lo apruebe.
Baldetti asegura en su misiva que el Ministerio Público y la Cicig han reiterado que no hay pruebas en su contra y defiende la labor desempeñada durante su carrera política y argumenta que su trabajo siempre estuvo orientado a "combatir la corrupción".
Por el llamado caso "La Línea" ya han sido detenidas 27 personas, mientras que al menos otras dos están siendo buscadas por las autoridades.
