Junto a él, el gobierno de Evo Morales pidió también la entrega de dos ex ministros.
El trío está acusado de genocidio por la muerte de 63 personas al reprimir protestas sociales el 2003.
El Gobierno de Bolivia pidió este lunes oficialmente al Departamento de Estado de EE.UU. la extradición del ex presidente de ese país Gonzalo Sánchez de Lozada y sus ex ministros Carlos Sánchez Berzaín y Jorge Berindoague.
"Hemos hecho oficial la entrega de los exhortos suplicatorios pidiendo la extradición" de los tres, dijo la encargada de negocios de la embajada de Bolivia en Washington, Erika Dueñas.
Dueñas entregó las 2.700 páginas al Departamento de Estado, representado por el director de asuntos andinos, Kevin Whitaker, encuentro al que también asistió el embajador Philip Goldberg, al que el presidente de Bolivia, Evo Morales, expulsó de La Paz, porque, a su juicio, instigó las protestas contra el Gobierno.
Su presencia en el encuentro sorprendió a Dueñas, quien dirige los asuntos diplomáticos del país, señalando que "no veo la necesidad de que él estuviera ahí".
El proceso contra Sánchez de Lozada fue iniciado en octubre de 2004 por el Congreso boliviano y en septiembre de 2007 el Tribunal Supremo ordenó a la cancillería pedir la extradición.
Sánchez de Lozada está acusado de genocidio por su responsabilidad en la muerte de 67 personas durante protestas callejeras contra su Gobierno registradas en 2003.
Los ex ministros Carlos Sánchez Berzaín, de Defensa, y Jorge Berindoague, de Hidrocarburos, están encausados por los mismos hechos.
Los tres abandonaron Bolivia durante los disturbios y se encuentran en Estados Unidos, donde, además, se enfrentan a una demanda civil interpuesta por los familiares de las víctimas.
Howard Gutman, abogado de Sánchez de Lozada, dijo en un comunicado que el pedido de extradición "es parte de una ofensiva política orquestada por Evo Morales en contra de la democracia y de los que él considera sus enemigos políticos".
