El mandatario reiteró en su discurso el compromiso con la lucha contra el hambre y la pobreza, porque "uno de los más profundos compromisos que tengo conmigo mismo es decir de dónde vengo".
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, prestó juramento al cargo para un segundo mandato de cuatro años en una sobria ceremonia celebrada en el plenario del Congreso, en la cual se comprometió a continuar con su lucha contra el hambre y la pobreza.
"Uno de los más profundos compromisos que tengo conmigo mismo es decir de dónde vengo", declaró Lula en alusión a su extracción humilde, y ratificó que "defender los intereses de los más pobres es lo que nos guía en este camino".
Al acto no fueron invitados mandatarios extranjeros por una decisión del propio presidente, que, según fuentes oficiales, no quiso "causar molestias a nadie" un 1 de enero, fecha en que se celebra la ceremonia de investidura en Brasil según estipula la Constitución de 1988.
Militantes del Partido de los Trabajadores (PT) y otras colectividades que apoyan a Lula se concentraron frente al Congreso, en cuyo exterior había menos público que hace cuatro años, cuando asumió por primera vez la presidencia, debido en parte a la lluvia, que en algunos momentos del día cayó con gran fuerza.
Los actos previstos para la ceremonia de investidura comenzaron poco antes de las 16:00 horas locales (18:00 GMT), cuando Lula salió del Palacio de la Alborada y frente a la catedral de Brasilia subió en un Rolls Royce descapotable desde el que saludó a los ciudadanos que lo vitoreaban.
Lula hizo el trayecto por la imponente avenida Explanada de los Ministerios acompañado de la primera dama, Marisa Leticia.
Motociclistas de las Fuerzas Armadas encabezaron la comitiva, mientras que los automóviles estuvieron rodeados por el cuerpo de caballería Dragones de la Independencia. (EFE)
