Durante febrero, el IPC del país asiático anotó un retroceso de 1,6 por ciento.
Sin embargo, se descartó que esté en riesgo de entrar en un espiral deflacionario.
Según informó este martes la Oficina Nacional de Estadísticas de China, el Índice de Precios al Consumo (IPC) de ese país registró una variación negativa de 1,6 por ciento en febrero, en comparación a igual mes de 2008, cifra que supone el primer retroceso en los últimos seis años.
La cifra es 2,6 puntos inferior al dato recogido en enero, cuando creció un 1,0 por ciento, y es el primer resultado negativo del indicador desde diciembre de 2002, cuando el IPC cayó un 0,4 por ciento.
Pese a esta información, la Oficina Nacional de Estadísticas descartó que la potencia asiática estuviera en riesgo de entrar en un espiral de deflación y señaló que el desplome se explica en su totalidad por las consecuencias de la crisis económica internacional y la caída del precio de las materias primas.
El ministro de Comercio Chen Deming y el ministro de Industria Li Yizhong, señalaron al respecto que en cuanto a las perspectivas en el corto plazo, el panorama se ve poco alentador para las exportaciones chinas y el sector manufacturero.
Li indicó que si bien se siente optimista por que el consumo de energía ha bajó a un ritmo más lento en los dos primeros meses de 2009, se mantiene preocupado por la situación de otros sectores, ya que durante enero y febrero "la situación de la producción industrial siguió siendo sombría".
