Este domingo culmina la Expo Shangai: la más grande y más visitada de la historia

La Exposición Universal de Shangai 2010, la más grande, más visitada y con más participantes de la historia, concluye este domingo luego de haber sorprendido al mundo con una escala sin precedentes, que la hizo afrontar también dificultades a la altura de sus dimensiones. 

La ocasión prometía la oportunidad de que China ofreciera al mundo su mejor cara, dos años después del éxito de las Olimpiadas de Pekín 2008, sin embargo, "como esta Exposición ha tenido una escala sin precedentes en el tamaño, los problemas, también" han sido enormes, reconoció el secretario general de la Oficina Internacional de Exposiciones (BIE, en francés), el español Vicente González Loscertales, cuyo organismo coordina las "Expos". 

"Sobre todo en las dos semanas anteriores a la apertura y en la primera semana de la Expo", al BIE y a los anfitriones les llovieron quejas de todas partes admitió el funcionario, que atribuyó aquellas situaciones también, en parte, a la inexperiencia inicial de los organizadores y al choque cultural entre el funcionamiento de una burocracia muy jerarquizada, de tintes autoritarios, y los estándares internacionales de trabajo en un evento de estas características. 

El evento enfrentó también algunos problemas, especialmente durante los primeros días. (Foto: EFE)

Los problemas fueron desde las dificultades para introducir en el recinto alimentos y productos, que entorpecían la logística, o la falta de transporte para artistas y personalidades hasta sus escenarios o pabellones, y falta de policías en los conciertos para evitar que la gente bailara y se perdiera el control de la multitud. 

También se obstaculizó en los primeros dos meses que los visitantes pudiesen acceder a los conciertos y actividades culturales, ya que la entradas no se podían solicitar, sino que eran repartidas por voluntarios al azar entre los primeros visitantes que encontraban. 

Las sorpresas desagradables incluyeron altercados entre visitantes e incluso agresiones físicas al personal de los pabellones, lo que multiplicó la visibilidad del personal policial en el recinto. También se impusieron normas que dificultaban el trabajo de la prensa, que sólo podía cubrir actos oficiales y conciertos bajo techo si obtenía una invitación. 

"En general lo que se hace es que se aprende de los errores y, día tras día, la Expo va ajustando sus operaciones y las va perfeccionando", recordó Loscertales, que elogió el esfuerzo y la "gran capacidad de gestión de las autoridades de la Expo" china. 

"Hay que darse cuenta de que gestionar un millón de personas en un día (como alcanzó el recinto el pasado 18 de octubre) no creo que haya muchos países en la Tierra que puedan hacerlo mejor que China", dijo.