De visita en Chile, el presidente de Ecuador conversó con El Diario de Cooperativa.
Relató cómo su Gobierno cerró las universidades que lucraban "vendiendo diplomas".
La "noche neoliberal" convirtió la educación en una mercancía.
El presidente de Ecuador, Rafael Correa, conversó este miércoles con El Diario de Cooperativa en el marco de su visita oficial a Chile, tras ser recibido ayer en el Palacio de La Moneda por la Presidenta Michelle Bachelet.
El Mandatario abordó distintos aspectos de la relación bilateral y la cooperación entre los países de la región, y también explicó -a la luz de las actuales reformas que impulsa el Gobierno de Chile- cómo ha abordado en la realidad ecuatoriana dichos procesos desde 2007, cuando ascendió al poder.
"Somos muy respetuosos de la realidad de cada país. Yo no quiero dar recomendaciones, pero sí expresar mis convicciones: yo creo que la base de una democracia, la base de una sociedad es la educación de acceso masivo, de excelente calidad y absolutamente gratuita; es decir, educación pública", dijo Correa.
"En Ecuador la educación se había convertido en una mercancía más: quien tenía para pagar se podía educar mejor que en Suiza, el que no tenía para pagar no iba a la escuela, porque había barreras de acceso", que se han eliminado y ahora "se enfoca la educación como un derecho", explicó el Mandatario.
"Ya el que quiera inscribirse en un colegio de lujo para casar bien a sus hijo es su problema, pero que a todo padre de familia el Estado le garantice una excelente educación de sus hijos en forma absolutamente gratuita" es una obligación, dijo Correa al periodista Sergio Campos.
Esfuerzo por la universidad gratuita
"En la educación superior es un poco más discutible. Nosotros tenemos en la nueva Constitución que la universidad pública es gratuita. Puede ser también una posición diferenciada de acuerdo a la capacidad de ingreso de cada familia, aunque esto presenta ciertos riesgos: por ejemplo, lo que los economistas llamamos 'selección adversa', que las universidades van a aceptar sólo a los que puedan pagar", reflexionó.
"En todo caso, a nosotros nos ha ido muy bien con la educación gratuita en universidades. De acuerdo a la Cepal somos el país que tiene la mayor cantidad de pobres matriculados en la universidad", destacó.
"Somos, de largo, el país de América Latina que más invierte, de acuerdo a su PIB, en universidades: un 2 por ciento. En América Latina el promedio es de 0,8 por ciento y en la OCDE 1,7 por ciento; es decir, invertimos más en promedio que los países desarrollados, pero creemos que vale la pena el esfuerzo", aunque "es costoso mantener el sistema".
Cierre de universidades
Correa dijo que otra de las preocupaciones de la reforma educacional de su Gobierno ha sido la "mejora sustancial en calidad".
"Durante la larga y triste noche neoliberal, en los 90 e inicios del siglo XXI, se nos abrieron 46 nuevas universidades, para llegar a un total de 71, muchas con pésima calidad. Antes teníamos sólo 25 universidades. Supuestamente eran fundaciones sin fines de lucro, que eran fundaciones de lucro sin fin; vendían diplomas", relató.
"Después de una rigurosa evaluación, muy difícil, cerramos 14 universidades por falta de nivel académico y 44 extensiones, que son otras sedes de la misma universidad en diferentes lugares, pero de paupérrima infraestructura, equipamiento y personal docente. Fue un hecho inédito en el mundo, más aun en democracia", señaló el jefe de Estado.
