Podrán pedir ayuda los neoyorquinos que vivan diez manzanas al norte del actual límite hasta Canal Street.
La decisión comenzará a regir a partir del próximo 3 de octubre.
El Fondo de Compensación para las Víctimas del 11-S amplió la zona de Manhattan en la que pueden hacerse reclamos por enfermedades respiratorias asociadas a los atentados, aunque seguirá excluyendo solicitudes de compensación por cáncer y otras dolencias como enfermedades mentales.
Con esta ampliación aprobada por la directora del fondo, Sheila Birnbaum, podrán pedir ayuda los neoyorquinos que vivan diez manzanas al norte del actual límite hasta Canal Street e incluirá el barrio de Chinatown, detalló Noah Kushlefsky, abogado de uno de los bufetes especializados en gestionar las reclamaciones.
Kushlefsky consideró que la iniciativa no tendrá un impacto "dramático", aunque dijo que es "apropiada" porque dará a miles de personas la oportunidad de solicitar beneficios, siempre que sus casos sean legítimos.
"Lo que ocurre es que la mayoría de esa zona fue evacuada durante dos meses después de los ataques. Mucha gente intentará ser compensada por un resfriado que contrajo en 2007, y no conseguirán nada", explicó el letrado.
Birnbaum anunció el lunes que con motivo del décimo aniversario de la tragedia y tras haber repasado cientos de quejas, a partir del próximo 3 de octubre el fondo empezará a tramitar las solicitudes de residentes de las zonas situadas al sur de Canal Street.
Las patologías incluidas
Esta agencia, que depende del Departamento de Justicia, cuenta con 4.200 millones de dólares (más de 1,9 billón de pesos) aprobados en diciembre por el Congreso para dar cobertura médica gratuita durante la próxima década a trabajadores y voluntarios que cayeron enfermos tras participar en las tareas de rescate y limpieza de la "zona cero".
De la cantidad total, 1.500 millones de dólares (casi 700 mil millones de pesos) serán destinados a coberturas médicas y los restantes 2.700 millones (1,2 billón de pesos) compensarán los gastos por enfermedades sufridas por ayudar a limpiar el desastre de los atentados terroristas de 2001.
La ley, llamada "James Zadroga, 11 de septiembre de 2010" en honor a un policía de Nueva York que murió por problemas respiratorios en 2006, incluye el asma, la obstrucción pulmonar o la bronquitis crónica, entre otras patologías.
Sin embargo, no reconoce el cáncer porque según un informe publicado en julio por el Programa Federal de Salud del 11-S, todavía no hay pruebas sólidas que vinculen el mal con la exposición al humo y el polvo del desescombro de la "zona cero".
