El movimiento antiterrorista "¡Basta ya!" cree que un eventual proceso de paz no debe pasar sólo por el desarme del movimiento vasco sino también por recobrar la memoria de sus 851 víctimas fatales.
Por Oliver Morales Marchant omorales@cooperativa.cl
"Optimismo cauteloso". Ese parece ser el ánimo de la mayor parte de los españoles frente al reciente anuncio de un alto el fuego permanente, que tras más de tres décadas de violencia que dejaron 851 muertos, hizo el grupo separatista vasco ETA.
 Un menor pasa frente a cartel en vasco que traducido al castellano señala "Por encima de todos los ataques, ahora el pueblo, ahora la paz". |
Carlos Martínez Gorriarán, portavoz de la iniciativa ciudadana contra el terrorismo "¡Basta Ya!", es una de las personas que adhiere a ese sentimiento. Sin embargo explica que ese escepticismo "es casi por obligación" ante lo ocurrido durante las últimas décadas en España, y que en el fondo está seguro de que "es irreversible para ETA el final de la violencia".
Pero para este columnista y académico de la Universidad del País Vasco, el proceso que se inicia no debe reducirse únicamente al posible desarme y posterior reinserción de reos políticos de ETA, sino también a resguardar con especial énfasis la memoria de lo ocurrido a partir de 1968, año en que un ataque del grupo vasco cobró su primera víctima fatal.
En esa plano, el portavoz de "¡Basta ya!" señaló a Cooperativa.cl que la experiencia chilena de la "Mesa de diálogo" puede resultar apropiada para España.
"Creo que la experiencia chilena, de cómo al final han vuelto a poner sobre la mesa los ataques a los derechos humanos durante la dictadura de Pinochet, es interesante", señaló Martínez Gorriarán.
Al ser consultado si la iniciativa chilena puede servir de ejemplo para el proceso que inicia su país, Martínez Gorriarán fue enfático: "Sí, sobre todo en el sentido de que en un sistema democrático sano no pueden quedar impunes los crímenes contra los derechos humanos".
"No importa el tiempo que pase, estos delitos no prescriben y no deben quedar las victimas vueltas a victimizar por segunda vez y en ese sentido es muy importante que se conozca la verdad, que sepa exactamente lo que ha ocurrido y quienes son los responsables. Esto vale para grupos terroristas y para gobiernos dictatoriales", añadió.
Representantes políticos del nacionalismo vasco también han defendido la necesidad de instaurar una mesa de diálogo, aunque sin circunscribirla necesariamente al tema de los derechos humanos.
El presidente regional vasco, el nacionalista Juan José Ibarretxe, anunció para "después del verano (boreal)" la convocatoria de una mesa de diálogo entre todos los partidos políticos, como parte de una eventual negociación de paz con la organización terrorista ETA.
Julián Martínez, parlamentario del Partido Comunista de las Tierras Vascas, que congrega votos de ETA, también coincidió, aunque abogó porque una mesa sin exclusiones "políticas ni territoriales".
Respecto del eventual diálogo del Gobierno español con ETA, el portavoz de "¡Basta ya!" señaló que "no puede haber negociaciones políticas".
Ello porque, a su juicio, "no lo permite la Constitución y por una cuestión de principios, sino porque además no es necesario. Lo que hace falta es administrar con inteligencia el final de ETA", dijo.
 Arregi confía en que Rodríguez Zapatero respeterá el margen de maniobra limitado que la legislación le otorga para negociar con ETA. |
Similar opinión tiene el ex portavoz del Gobierno Vasco y actual presidente de la plataforma "Aldaketa: Cambio por Euskadi", Joseba Arregi, quien afirma que una resolución aprobada por el Congreso en 2005 acota el margen de maniobra del Ejecutivo en una eventual negociación con ETA.
"La resolución aprobada por el Congreso a propuesta del Partido Socialista Español indica claramente cuáles son los márgenes de la negociación y posteriormente el presidente del Gobierno lo ha dicho varias veces con claridad: no se va a pagar ningún precio político (...) por la desaparición de ETA", señaló Arregi a Cooperativa.cl.
Recalcó que el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, también ha reiterado que "en el contexto constitucional español el derecho a autodeterminación (del País Vasco) es algo inexistente, y eso son los limites. Y eso lo tiene que saber ETA con toda claridad".
Añadió que el grupo separatista está absolutamente mermado, por lo que no está en condiciones de poner condicionamientos al diálogo: "A nosotros no nos importa si van a aceptar o no van a aceptar. Lo que nos importante es que ya no están ellos en condiciones de imponer ninguna condición por su parte".
Martínez Gorriarán, por su parte, estima que una vez que el Gobierno constate que el alto el fuego es confiable "se podrá hablar de la reinserción (en la sociedad) de los presos de la banda".
 El ex vocero del Partido Nacionalista Vasco asegura que no habrá una amnistía general para reos de ETA. |
Joseba Arregi recalcó, en tanto, que en el tema de la excarcelación el Gobierno está obligado a actuar "siempre dentro del marco jurídico y legal que existe en España" que prohíbe la amnistía general y los indultos generales.
"Los indultos tiene que ser individuales pero además con pronunciamiento de los jueces y el sistema judicial y por lo tanto es una cuestión acotada", estimó.
Respecto del futuro del País Vasco, Arregi afirmó que ese tema debe ser separada del proceso de desarme y posible excarcelación, y quedar en manos de las distintas fuerzas políticas españolas.
"Luego está, pero de forma separada radicalmente con esa cuestión, que se pueda hablar y discutir entre todos los partidos políticos cuál es el futuro de la sociedad vasca, el futuro de Euskadi, es decir como se puede reformar el estatuto de Gernika que es la ley que gobierna el autogobierno vasco, pero siempre dentro de los limites establecidos por la Constitución", sostuvo.
Tanto Martínez Gorriarán como Arregi estiman que existe el peligro de que los distintos actores políticos de España intenten obtener réditos electorales durante el proceso de paz. Para el portavoz de "¡Basta ya!" la ciudadanía tiene un papel importante para evitar ese virtual escenario.
"Creo que la sociedad civil tiene un papel fundamental para explicar a los partidos que no vamos a aceptar que utilicen el terrorismo y el sufrimiento de todos para obtener réditos partidistas", advirtió.
Arregi por su parte aboga por la unidad del Partido Socialista Español (PSE), en el poder, y el Partido Popular de oposición, en pos de una causa de Estado.
"Ese riesgo (de que intenten obtener réditos electorales) existe siempre y por lo tanto la primera condición básica y fundamental ahora es que exista una unidad y una cuerdo leal entre el Partido Socialista y el Partido Popular porque eso sería la base para que al final todo se trate como una cuestión de Estado y todo al final sea una victoria al final de estado de derecho", señaló. (Cooperativa.cl)
