En Cooperativa, director regional de la entidad desestimó justificaciones de Israel.
Pidió que comunidad internacional ejerza presión sobre lo que ocurre en Oriente.
José Miguel Vivanco acusó negligencia de las Fuerzas Armadas de Israel hacia la comunidad palestina denunciando la muerte de 48 niños en 10 días.
El director de la División de las Américas de Human Rights Watch, el chileno José Miguel Vivanco, acusó que el Gobierno de Israel deberá responsabilizarse juridicamente por las muertes de civiles ocasionadas por los bombardeos que ha ejecutado sobre la Franja de Gaza.
En conversación con Lo que Queda del Día en Cooperativa, el personero sostuvo que "las fuerzas israelitas deben responder civil y penalmente por las muertes" provocadas entre la población civil palestina, entre ellas la de muchos niños.
"Está totalmente prohibido atacar a civiles a través de rockets como lo están haciendo diariamente las fuerzas de Hamás, que Israel logre defenderse es otro cuento, acá las preguntas no son quién inició el conflicto, cualquiera que utiliza fuerza letal debe ajustarse a normas de derecho humanitario internacional y deben responder juridicamente si cometen errores", indicó Vivanco.
"Según nuestra documentación hay más de 220 víctimas fatales en el conflicto, 1.600 gravemente heridos y tres cuartas partes son civiles, el resto combatientes", añadió.
Según el director para las Américas de Human Rights Watch, los argumentos que ha esgrimido Israel acusando "escudos humanos" desde las facciones violentistas en Gaza no alcanzan para justificar el deceso de civiles inocentes, recordando un episodio ocurrido con niños en una playa y que quedó registrado en un crudo vídeo.
"De acuerdo a nuestras cifras, los diez días de conflicto han costado la vida de 48 niños, todos ellos palestinos, producto de los ataques colectivos en muchos casos indiscriminados por parte de las fuerzas militares israelitas que no cumplen con la obligación jurícia de distinguir entre combatientes y civiles", aseveró.
José Miguel Vivanco reiteró que no hay evidencias para acusar una actitud deliberada de parte de los militares israelíes pero aseguró que "cualquier fuerza en un conflicto de esta naturaleza tiene la responsabilidad de distinguir entre objetivos militares legitimos y población civil".
