La presidenta de la Comisión Europea afirmó que Tel Aviv hizo ver "el valor real de una inversión en capacidades y tecnologías avanzadas".
Planteó que el ataque iraní, "el último acontecimiento sísmico de nuestra generación", también "marca un cambio hacia la confrontación abierta".
Las fuerzas de Teherán afirmaron estar listas para "golpear objetivos" si el "enemigo" comete errores estratégicos.
El Ejército acometió en el campo de refugiados de Nuseirat y sus alrededores, eliminando a presuntos combatientes y causando también la muerte a decenas de civiles.
Expertos de la ONU advierten riesgo de "domicidio", puesto que "se han destruido porcentualmente más viviendas e infraestructura civil" que en cualquier otro conflicto.
Un exrecluso de la prisión de Bagdad describió el lunes ante un tribunal el tipo de torturas que sufrió bajo custodia estadounidense durante la invasión a Irak.
Diez días estuvieron en estado de máxima alerta las principales potencias del mundo.
Cada detalle de la respuesta fue diseñado personalmente por Joe Biden, según fuentes de Washington.
El mandatario observó que ni su país ni el Estado hebreo pertenecen al tratado, pero "con voluntad política es suficiente" para obtener su resguardo.
Además de que la mayor parte de Ucrania es vulnerable a misiles y drones rusos, desde marzo se reportan constantes bombardeos al sistema energético.
Esta acción "fue necesaria y proporcional y estuvo dirigida a objetivos militares", aseveró el vocero de la Cancillería de ese país, Naser Kananí.
La cartera advirtió que Teherán actuará "más fuerte que nunca para disuadir y castigar al agresor por cualquier acción ilegal e irracional".
Sin embargo, el embajador iraní ante el organismo, Saeed Iravani, advirtió que si EEUU iniciara una operación usarán su "derecho inherente a responder de forma proporcionada".
Por su parte, el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, recordó que la ley internacional prohíbe "las acciones de represalia que incluyen el uso de fuerza".
Joe Biden habló con Benjamín Netanyahu y descartó la participación norteamericana en una ofensiva de dichas características.
El ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, afirmó que el Estado hebreo "tiene que volverse loco" para generar una efectiva "disuasión en el Medio Oriente".
"No queremos una guerra más amplia", dijo el vocero de la Casa Blanca, John Kirby, asegurando que Joe Biden tampoco quiere involucrarse más en el conflicto.
La Unión Europea y Estados Unidos reafirmaron su apoyo al Estado judío, mientras que los países árabes no condenaron explícitamente al régimen de Teherán.
En Latinoamérica, Bolivia y Colombia pidieron a la ONU una reacción de urgencia.
"Basta con la guerra, basta con los ataques, basta con la violencia, que haya diálogo y paz", exclamó el pontífice tras el ataque de Irán a Israel.
"Nadie debe amenazar la existencia del otro", dijo Francisco, quien abogó también por "un rápido cese al fuego en Gaza" y que se "recorran las vías de negociación" en ese conflicto.
Israel reportó, en un conteo final, el lanzamiento de más de 300 proyectiles contra su territorio: 170 drones y 150 misiles.
"Las Fuerzas de Defensa operaron de manera extraordinaria", señaló Tel Aviv: no hubo ningún fallecido y sólo una niña de siete años resultó herida.
António Guterres afirmó que la ofensiva iraní contra territorio israelí representa "una grave escalada", y pidió "un cese inmediato de hostilidades".
La máxima autoridad de las Naciones Unidas pidió a todas las partes a ejercer "un máximo autocontrol" para evitar cualquier acción que pueda traducirse en enfrentamientos mayores.
