La caída del campamento palestino, perpetrada tras el intento de huir en donde murieron decenas de milicianos del grupo Fatah al Islam, provocó numerosas celebraciones en los pueblos cercanos.
El Ejército libanés se tomó el control total del campamento de refugiados palestinos de Nahar al Bared, en el norte del país, donde se enfrentaba con combatientes del grupo radical Fatah al Islam desde el pasado 20 de mayo, informaron fuentes militares.
La caída del campamento se produce horas después que cerca de 30 milicianos islamistas fueran abatidos por soldados libaneses cuando intentaban romper el cerco que rodeaba la zona.
Miles de personas salieron a las calles en la ciudad de Trípoli y en los pueblos de alrededor de Nahar al Bared para celebrar el fin de los enfrentamientos.
Una larga caravana de vehículos y personas, muchas de ellas con banderas libanesas, celebraron acompañados con tambores y fusiles la caída del campamento, de donde todavía continúan entrando y saliendo ambulancias.
La mañana de este domingo un gran número de milicianos intentó escapar con la ayuda de un comando del exterior, compuesto por unas cinco o seis personas.
El Ejército libanés continúa buscando a los combatientes que consiguieron huir y cerró la carretera que conduce a Siria, única salida terrestre del país. (EFE)
